En un artículo recién publicado en este Diario reportamos que el crecimiento de la productividad en el Ecuador, es decir el nivel de eficiencia en el que opera el trabajador ecuatoriano, ha sido anémico durante los últimos 30 años. El promedio anual ha sido de 0,1 %, cuando de un país emergente se esperaría un 1,5 %. El crecimiento de la productividad ha sido pues insignificante, principalmente por una razón: los gobiernos han venido aplicando políticas económicas demasiado procíclicas.
La productividad anual no es constante, sino más bien volátil. Tiende a aumentar cuando la economía está en auge, mientras que, durante una recesión, lo opuesto ocurre. A manera de ilustración, entre 1990 y 2021 el crecimiento de la productividad varió de un negativo -12 % en el año 1999, hasta un positivo 7 % en el 2007. Si se compara con otros países esta variabilidad es muy alta.
Los años de 1999 y de 2007, en los cuales hubo las variaciones más grandes en productividad, nos dan una pista hacia una de las causas de dicha variación: las erradas políticas procíclicas.
En un año difícil, cuando los precios del petróleo están a la baja, el Gobierno no tiene recursos, el país entra en una crisis de deuda, y la economía se viene abajo. Este proceso fue agravado en el 1999 por la crisis bancaria.
Por otro lado, en un año bueno como el 2007, cuando los precios del petróleo están al alza, el Gobierno recibe los recursos y tiende a gastarlos en su totalidad. Al mismo tiempo, se gestionan créditos en los mercados financieros internacionales, los cuales se hacen más accesibles, pues el riesgo de default disminuye. En consecuencia, se potencia la economía por encima de sus límites, y la productividad al mismo tiempo aumenta, temporalmente.
Entre 2009 y 2011 el valor de la producción petrolera se duplicó, de $ 9 mil millones a $ 18 mil millones. El gasto gubernamental a precios constantes aumentó en un 23n% en un solo año (2011), lo cual merece subrayarse. Aquello aumentó temporalmente el PIB y dio como resultado un repunte de la productividad, también temporal. Cuando se examinan las cifras de Ecuador año a año se ve que hay una alta correlación entre precios del petróleo, crecimiento económico y productividad.
La recomendación de política económica más importante es que a medida que los precios del petróleo aumentan, el Gobierno debería guardar gran parte de estos recursos y crear un fondo de ahorros públicos para poder enfrentar los efectos opuestos, en años de bajos precios. Esta estrategia estabilizaría la economía de una forma contracíclica y junto con reformas estructurales, ayudaría a un incremento más estable de la productividad.
Durante las tres últimas décadas las erradas políticas procíclicas han destruido –durante los años difíciles de bajos precios del crudo– los avances en productividad que ocurrían en el ínterin.
El sistema político es el causante del manejo procíclico de la economía. El precio de referencia del barril de petróleo, el WTI, ha estado alrededor de 94 dólares durante el 2022, que es bastante alto. A pesar de ello el Gobierno todavía registra un déficit fiscal. Esta es una señal ominosa. (O)