No me parece una buena idea la constituyente, porque el país entrará en 18 meses politizados y de incertidumbre. Pero está lanzada, como era de esperarse la Corte Constitucional (CC) dio su aprobación ...no se por qué el Gobierno intentaba evitar la consulta a la CC porque difícilmente podía decir que no, o quizás (las mentes políticas tienen agilidades especiales) era una manera de presionarla para que no pudiera negarla. En todo caso, y paralelamente, se vuelve aún más imprescindible avanzar en importantes temas que no la requieren y no pueden esperar tanto tiempo.
Y este es el gran tema sobre el cual debemos estar claros (personalmente no lo estoy totalmente al ser temas legales, y al haber diversas opiniones entre los expertos): ¿cuáles de nuestros grandes desafíos requieren de cambios constitucionales, y cuáles “solo” de voluntad y cambios legales? Veamos uno por uno. A. ¿Inseguridad? No creo la requiera, salvo en un tema específico como las bases extranjeras. B. ¿Justicia? En parte sí por el CPCCS. C. ¿Calidad de la política? No. D. ¿Los llamados sectores estratégicos y de RR. NN.? La minería no creo, pues hay dos proyectos que funcionan con la actual Constitución, petróleo en parte sí para poder potenciar más campos de Petroecuador y eliminar el monopolio de la estatal petrolera, electricidad en parte para ampliar la participación privada. E. ¿El rol económico y social del sector público incluyendo su excesivo tamaño e intromisión? Me parece un tema de organización y voluntad. F. ¿Sistema de jubilación? Entiendo que una propuesta sensata como la que hicimos en la Comisión Ciudadana hace dos años (u otras), requiere solo cambios legales. G. ¿Reglas del mercado laboral? En parte sí es constitucional. H. ¿Apertura al mundo, en particular en el sistema financiero para aprovechar mejor la dolarización? La apertura comercial solo requiere seguir el camino de negociaciones de los últimos ocho años, y para lo otro existe incluso desde hace mucho tiempo una propuesta legal del IEEP que no requiere de Constitución.
Vemos que no hay necesidades constitucionales en muchos casos. Y hay más temas. Hubiera considerado más sensato, hagamos primero esos otros cambios, mejoremos el entorno y ahí entremos a la constituyente para el resto.
¿Cómo enfocar la constituyente? Uno, estar claros que la Constitución no es una colección de leyes y reglamentos, sino un espacio más amplio donde se plasman los grandes principios y senderos que puede tomar la sociedad, no es para cerrar caminos, sino dejar trazados algunos posibles dentro de esos principios. Dos, un espacio de diálogo colectivo donde quizás no surja la solución perfecta, pero sí soluciones sensatas y posibles, que puedan durar mucho tiempo; no como hasta ahora, que hemos hecho una Constitución cada 10 años, porque siempre es la Constitución de “algunos” y no hay duda que siempre ha existido la tentación de aprovechar las mayorías para hacerlo ...pero este tipo de diálogo es complicado porque no tenemos experiencia de ese ejercicio, es lo que Aristóteles o los romanos llamaban “la concordia”: no es la conformidad de opiniones, pero sí la capacidad de discutir para caminar juntos. ¡La constituyente está a puertas, hagamos la mejor posible! (O)