Gobernaba Panamá una narcodictadura encabezada por el general Manuel Noriega, un militar corrupto, que se mantenía en el poder gracias a un brutal sometimiento de su pueblo; organizó una horda de delincuentes que los llamaba los Batallones de la Dignidad, estos reprimían impunemente y cometían crímenes de lesa humanidad.
Noriega hacía alarde de su poder hasta que el 20 de diciembre de 1989 las tropas norteamericanas en la operación Causa Justa invadieron Panamá; durante la invasión desaparecieron los miembros de los mentados Batallones de la Dignidad y el muy cobarde dictador se refugió en la Nunciatura Apostólica, para luego entregarse y ser llevado a una cárcel de EE. UU. como un vulgar delincuente. También fue condenado por la justicia francesa, posteriormente volvió a Panamá a morir y para pasar al tacho de la basura de la historia. Ahora Panamá es uno de los países más prósperos de Latinoamérica.
En Venezuela, los militares fueron corrompidos por Hugo Chávez y se ganó su incondicionalidad. El usurpador del poder Nicolás Maduro siguió con la misma tónica de la corrupción, los prostituyó y los convirtió en sus jenízaros. Maduro les entregó a los militares como parte del botín PDVSA el negocio de los hidrocarburos; varios ministerios y gobernaciones, la distribución de alimentos y a través de un mercado negro de los productos de primera necesidad se han enriquecido a costa del hambre de los pobres venezolanos.
Hoy existen alrededor de 1.200 generales (más que en EE. UU. y la OTAN) con privilegios y canonjías sin límites, han amasado grandes fortunas. El temor de esa cúpula corrupta es que si cae Maduro, serán juzgados e irán a la cárcel. Con unas Fuerzas Armadas corrompidas desde los generales hasta el último soldado; con autoridades civiles y mandos militares degradados moralmente, jamás tendrán tropas dispuestas a combatir.
Los países que apoyan a Maduro, son gobernados por dictaduras: Rusia, China, Irán, Corea del Norte, Cuba, Nicaragua. Hay que recordar que Rusia negoció con Chávez la venta de armamento por $ 6.000 millones. A China, Venezuela le debe decenas de millones por préstamos. Los gobiernos de estos dos países estarán pensando en cómo cobrar si cae Maduro.
Es conocido que hay en forma permanente más 20.000 cubanos en Venezuela; de estos, varios cientos son militares que operan en el interior de los cuarteles, controlando a sus pares en todos los niveles a través de un poderoso servicio de inteligencia, que vigilan a aquellos militares que no están alineados con el régimen corrupto, de esta forma frenan cualquier brote de insubordinación.
Donald Trump ha señalado al cartel de los Soles como una organización terrorista y aseguró que está directamente vinculado al narcotráfico encabezado por el dictador Nicolás Maduro, ha ofrecido $ 50 millones por su captura; igual, por Diosdado Cabello ofrece $ 25 millones y por el general Vladimir Padrino, $ 15 millones.
Con seguridad sí hay militares patriotas, ahora tienen la oportunidad de devolverle la libertad a Venezuela y la dignidad a sus Fuerzas Armadas.
La operación Causa Justa puede repetirse. (O)