Son distintos los caminos que siguen los libros para llegar a nuestro lar. Se cuenta hoy con tanta información previa que cantidad de veces conocemos de salida, circulación y acogida con mucha anticipación, y si aspiramos a la edición impresa, solo se trata de esperar. Algunos afortunados como yo contamos con el ocasional envío de los autores. Pese a que leo por curiosidades dirigidas, a veces, se me da la frescura de un descubrimiento accidental mirando novedades en una librería.