El lema de la VIII Feria Internacional del Libro Guayaquil 2022, del 21 al 25 de septiembre, es “Las palabras crean caminos”. Una feria del libro, pues, es un punto de partida desde el cual se abren muchas sendas que sirven para llevarnos a alguna parte. El libro –la lectura de un libro– es la posibilidad de salir, por un tiempo, de un nosotros conocido y llegar a un nosotros distinto, exactamente como en un viaje por tierra, aire o mar: ya sabemos que la persona que ha arribado no es la misma que ha partido, al menos vitalmente hablando. En el fondo, una feria de libro es una invitación para ensanchar nuestro pensamiento.

La palabra es la dimensión fundamental que nos hace humanos, pues sirve para comunicar ideas, acallar, trasladar afectos, gritar, susurrar, ser amables o malvados, calmar. Una feria del libro reafirma la convicción de que la palabra importa y seguimos esperanzados en concebirla como el primer recurso para un entendimiento pacífico y productivo entre humanos. La etimología de ‘leer’ en griego nos lleva al latín ‘legere’, que era recoger –manzanas en un árbol–, escoger, contar y decir. ‘Libro’ proviene del latín ‘liber’, que era la membrana entre la madera y la corteza de un árbol que se usaba para escribir en épocas antiguas.

El libro –la lectura de un libro– es la posibilidad de salir, por un tiempo, de un nosotros conocido y llegar a un nosotros distinto...

Libro, leer, libre… traen conexiones naturales entre sí. El programa de la VIII Feria, que sigue actualizándose, está pensado para todos los públicos. Hay actividades con estudiantes de colegio (tal vez uno de los momentos más trascendentes de la Feria, pues aquí está la posibilidad de ganar lectores entusiasmados); presentaciones de libros y coloquios con autores nacionales (Rommel Manosalvas, Roberto Ramírez, Íñigo Salvador, Ernesto Carrión, Carlos Arcos Cabrera, Fernando Naranjo, Carlos Rojas González, Eduardo Varas, Javier Vásconez, Aminta Buenaño); lanzamientos de novelas gráficas; talleres para libreros.

Hay la presentación de un club de lectura; coloquios con escritores internacionales (Cristian Alarcón, Cristina Morales, Gabriela Cabezón Cámara, Martín Caparrós); reflexiones sobre las ciudades ecuatorianas en la literatura, la narrativa latinoamericana de hoy, la narrativa ecuatoriana contemporánea; debates sobre las redes sociales y la industria editorial, sobre la discapacidad; la presentación de un proyecto sobre escritura creativa y periodismo; lanzamiento de poemarios; escucharemos a personas que trabajan con la palabra y difunden la literatura; habrá una conferencia sobre los debates culturales actuales del muy polémico Agustín Laje.

La VIII Feria ha destacado la celebración por los cien años de nacimiento del escritor portugués José Saramago –cuyas novelas representan uno de los momentos más altos del pensamiento humanista de hoy–, con reflexiones sobre su obra y un coloquio con Pilar del Río. Además, hay otros centenarios en la Feria, como el de la aparición de Trilce, de César Vallejo, o el de la publicación de Ulises, de James Joyce, cuyas obras siguen siendo la constatación de que las palabras dichas antes interesan tanto como las de ahora. Una frase de Saramago alumbra también toda la VIII Feria: “El fin de un viaje es solo el inicio de otro”. (O)