Esta semana el profesor Martín Krause visitó Quito y Guayaquil para presentar el Índice de Libertad Educativa (ILE), un proyecto que pretende medir la libertad para aprender (la demanda) y la libertad para enseñar (la oferta). El pionero del movimiento moderno para expandir la libertad para elegir de los padres acerca de la educación de sus hijos fue el Premio Nobel de Economía Milton Friedman, quien sostenía que la manera de mejorar la calidad de la educación era dándoles a los padres, a las familias, más autonomía en las decisiones acerca de la educación de sus hijos. Es con esta idea en mente que el ILE, un proyecto con el respaldo del Templeton World Charity Foundation y la Fundación Libertad y Progreso de Argentina, presenta una investigación que abarca 20 países de América Latina, Ecuador incluido.

Friedman sostenía que esto era así porque son los padres quienes mejor conocen a sus hijos y, por otra parte, la competencia es sana para mejorar la calidad de productos y servicios disponibles a los consumidores. Esto no deja de ser cierto en el mercado de la educación.

El ILE comprende dos dimensiones, cada una con sus respectivos componentes. En la dimensión de la libertad para aprender el índice mide si las familias tienen muchos obstáculos para elegir cómo educar a sus hijos. Específicamente: qué tanto poder tienen las familias en la asignación del gasto público en educación, si pueden las familias elegir dónde estudian sus hijos y si los padres tienen acceso a información acerca del desempeño de las escuelas de su país con respecto del resto del mundo. Por ej., en Chile los padres reciben vales escolares y tienen 100 % de poder de decisión hacia dónde se destina el gasto público en educación, en Ecuador tienen 0 %.

En los resultados del ILE con datos recabados en 2024, Ecuador obtiene un puntaje de 0.286 sobre 1, estando por debajo del promedio regional y ubicándose entre los cinco países con menos libertad educativa de la región: Cuba el menos libre, seguido de Venezuela, Guatemala, Nicaragua y Ecuador. Liderando el ILE se encuentran Chile, México, Perú, Paraguay y R. Dominicana.

Si miramos los datos de los componentes para Ecuador notamos que nuestro país se encuentra por debajo del promedio regional en el poder de las familias para decidir cómo se asigna el gasto público en educación, en la libertad de emprendedores para abrir una escuela, en cuanto a la formación de docentes y en la libertad para determinar la metodología y los contenidos educativos. El área donde más represión hay es en el control estatal de precios, métodos y contenidos. Es un sistema educativo con un alto grado de intervencionismo estatal: 74 % de los estudiantes estuvieron matriculados en colegios estatales en el año lectivo 2023-24, las instituciones privadas deben aplicar al menos 80 % del currículo nacional y el Estado les asigna a los estudiantes una escuela pública según donde viven.

El gobierno podría reconocer que no tiene los medios ni la capacidad para mejorar la calidad de la educación y empezar a subsidiar a los padres directamente con vales escolares. Para que surja la oferta privada de educación que escasea actualmente tendría que liberalizarse la regulación y podría concesionar o privatizar los colegios estatales. (O)