El Gobierno destaca el buen momento por el que pasa la economía en el último trimestre, lo que augura un crecimiento para 2025 por sobre el 3,8 % de la previsión oficial. Excelente desempeño. Pero se trata de un rebote, al recuperarse en 2025 la producción perdida en 2024 por culpa de los apagones. Tanto así rebote que la previsión oficial para 2026 es sobria: solo 1,8 % de crecimiento, cuando la población en edad de trabajar crece 1,4 %. Carrera de caballo, parada de burro.
Entre los factores que explican esta parada están: a) la abrupta caída de los precios del petróleo, b) la tendencia de la producción petrolera a declinar aunque no al ritmo al que exige la Corte Constitucional, c) comienza a vencer la deuda que reestructuró Lenín Moreno en 2020, lo que obliga a destinar más dinero al pago de deuda, y menos en la entrega al IESS y a gobiernos locales del dinero que les corresponde de los fondos públicos.
Pueden suceder al menos cuatro situaciones que el Gobierno no controla totalmente que alterarían para mejor o peor este panorama:
1) Emitir $ 1.000 millones en bonos globales en los mercados financieros, algo a lo que nos acercamos con la disminución del riesgo país. No es para endeudarnos más, sino para reemplazar los bonos que se vencen; es el equivalente a renovar un crédito o a hacer un abono en la tarjeta de crédito y diferir el resto. Si emitimos esos bonos, habrá más holgura fiscal y por lo tanto más dinero fluirá en la economía.
2) Ecuador es uno de los países que están negociando con los EE. UU. acuerdos comerciales para que Washington reduzca en marzo los aranceles punitivos del “Día de la Liberación”. Ecuador está tomando las acciones requeridas para remover los obstáculos paraarancelarios a las importaciones que molestan a Washington. Si Ecuador consigue un acuerdo, los aranceles de las rosas caerían a 0 % y sus ventas se beneficiarían fuertemente; quizá también el atún. Para camarón no es seguro; el desenlace puede ser o extraordinariamente bueno o catastrófico. La India negocia un acuerdo bilateral con EE. UU., y si lo consigue y Ecuador no logra que se elimine el arancel al camarón, se nos cierra ese mercado. Pero si India no logra el acuerdo y Ecuador logra superar la oposición de los camaroneros estadounidenses y obtiene 0 % de arancel para el camarón, el mercado estadounidense se le abre de par en par.
3) La ejecutividad de las autoridades energéticas. El panorama eléctrico no es tan color de rosas como lo pinta la publicidad oficial. Se fracasó en la construcción de nuevas centrales térmicas, y solo se ha entreabierto la puerta a la inversión privada. Con el crecimiento de la demanda interna de energía, el peligro es real de que retornen los apagones el próximo estiaje.
4) Las alianzas público-privadas, APP. Llevamos cuatro años optimizando la normativa y haciendo estudios de factibilidad para proyectos APP. Ya es hora de buscar inversionistas. El desarrollo minero necesita carreteras para tráfico pesado, centrales eléctricas, puertos mineros.
El Gobierno debe tomar acciones que atenúen el recelo de las empresas de los países desarrollados a invertir en Ecuador. Las petroleras tienen muy presente lo que se pretendió hacerle a Chevron. Hay que desarmar las trabas a la inversión minera. ¿Qué esperamos? (O)









