En octubre de 2022 hubo un primer aviso de la crisis energética. Luego de una apelación de la autoridad a la divina providencia llovió y se respiró con alivio. Un año después sucedió lo mismo y la compra costosa de electricidad a Colombia permitió sortear los apagones. Sin embargo, la semana pasada la suerte se acabó. Ecuador afronta un déficit de generación de 1.100 MW equivalentes al 20 % de la demanda nacional, que ha venido creciendo, el último año tanto como 11 %, sin que se tome las previsiones del caso.