Insólito. Las autoridades energéticas mantienen en el congelador el concurso para la exploración y desarrollo de gas en el golfo de Guayaquil, y priorizan un contrato por $ 3.200 millones para la compra de gas a largo plazo. Cabe que el presidente, antes de que sea demasiado tarde, reúna a las autoridades del ramo para informarse e impartir instrucciones.

Ya van más de ocho meses de este gobierno. Uno de sus primeros decretos fue delinear la política hidrocarburífera, poniendo plazos. Pero la producción de hidrocarburos, en lugar de aumentar, disminuye. Hoy hay producción de gas en el campo Amistad, bloque 6 costa afuera. El gas se lo lleva a tierra firme por un gasoducto, y o bien se lo enfila a TermoMachala, para generación eléctrica en los meses en que no hay suficiente hidroelectricidad, o se lo manda por gasoducto a Cuenca, donde lo requiere la industria.

Amistad fue descubierto por Ada en 1970. En noviembre de 1972, el gobierno militar lo confiscó aduciendo que había habido corrupción en su concesión. Ada enjuició a la empresa que vino después, Northwest Energy, por violación de un contrato de confidencialidad. Northwest abandonó y Petroecuador se hizo cargo directamente; pero el Congreso armó un escándalo por el costo que tuvo el alquiler de la torre de perforación. Los problemas siguieron. El mejor momento fue cuando estuvo en manos de EDC, pero el Estado se demoraba en pagarle el gas a la empresa y esta restringió sus inversiones. Hoy nuevamente está en manos de Petroecuador, y su producción está declinando.

En julio salió a la luz un informe sobre los prospectos de encontrar más gas en el bloque 6. La existencia del gasoducto subutilizado, la demanda de Cuenca y la existencia de TermoMachala tornan fácil la venta de cualquier cantidad de gas que se encuentre. Hay petróleo en la península de Santa Elena al norte del golfo, y por el sur el Perú saca petróleo y gas hasta el límite mismo de la frontera marítima. Increíble que no haya habido una exploración cabal del golfo.

En septiembre trascendió que dos empresas, Canacol, que desarrolla campos de gas en Colombia, y GV, del grupo Eljuri, manifestaron su interés por explorar y explotar gas en el bloque 6. Pero las autoridades no muestran ningún apuro de convocar el concurso para escoger la empresa que se haga cargo del bloque, invierta y ahorre divisas al país con el nuevo gas que se incorpore a la producción.

El interés de las autoridades se centra en la propuesta de NFE, empresa asesorada por el exministro Pérez García, de un contrato de venta de gas por 25 años, y la construcción de plantas termoeléctricas para consumir el gas. Pero el Ecuador solo necesita generar electricidad con gas cuando no le basta la hidroelectricidad. El contrato implica que el Ecuador tiene que quemar el gas que se ha comprometido a importar, aunque tenga que botar agua y no generar hidroelectricidad. Y por 25 años. El contrato con NWE mata el proyecto de exploración de gas en el golfo, porque NFE tendría control de la infraestructura de Amistad. El escenario está listo para que se contrate con NFE, que después se convoque a un concurso para encontrar gas en el golfo, que bajo las nuevas condiciones no haya interesados, y se diga entonces que se justifica la compra de gas porque lo del golfo es un espejismo. (O)