Al leer las razones que dan forma a la interculturalidad nos encontramos con un argumento repetitivo y central: que el Estado es colonial. ¿A qué se refieren? Académicos y políticos repiten constantemente que nuestra sociedad contemporánea se sostiene sobre la estructura social de la colonia. De alguna manera, nada ha cambiado en más de 500 años de historia desde la llegada de los españoles, solo de forma aparente. ¿Qué tan cierto es?
Se podría realizar un recorrido histórico crítico para desmontar las afirmaciones que sostienen la teoría del Estado colonial, pero por razones de espacio nos mantendremos en los últimos 40 años de vida republicana de nuestro país para mostrar qué tan poco precisa es dicha teoría.
En el año 2008 tuvo lugar la Asamblea Constituyente en la que se diseñó una nueva Constitución. ¿No es acaso el poder constituyente el que pone las bases para el funcionamiento del Estado y de la sociedad?
Para este proceso los indígenas no solo que participamos como candidatos a asambleístas, sino que varios de ellos fueron electos. Adicionalmente, los indígenas pudimos dar nuestro voto de aprobación o desaprobación sobre la nueva Constitución del país. Pero no solo eso, sino que en esta Constitución se reconoce el carácter plurinacional e intercultural, se reconocen las lenguas indígenas como idiomas oficiales, se reconocen derechos colectivos y los derechos de la naturaleza. Todas esas propuestas fueron levantadas por el movimiento indígena.
Es decir que los indígenas a través de las grandes organizaciones, sus políticos y académicos, y en tanto ciudadanos propusieron un modelo de Estado y lograron implementarlo. ¿Cómo el Estado puede seguir siendo clasificado como colonial si los indígenas ayudaron a constituirlo y a aprobarlo? A la vez hablar de la colonialidad es negar la historicidad misma de las propuestas políticas de los pueblos indígenas y de sus logros.
los indígenas a través de las grandes organizaciones, sus políticos y académicos, y en tanto ciudadanos propusieron un modelo de Estado y lograron implementarlo.
La teoría de la interculturalidad ha postulado el racismo y la discriminación existen por el desconocimiento de las otras culturas que ocupan un mismo espacio. En respuesta a esto se postula que el Estado debe vigilar que existan buenas relaciones entre culturas. Estoy de acuerdo parcialmente. El Estado debe proteger a los ciudadanos de prácticas de discriminación y racismo. De la misma manera, con el fin de tener una vida en común sana, armónica y en democracia, es necesario que se pueda reconocer la realidad cultural de nuestro país con el fin de poder identificarnos y reconocernos como miembros de una misma sociedad, y esto se logra a través de la educación.
Pero las relaciones a través del Estado no son la única manera de asegurar que las culturas interactúen y se reconozcan entre sí. El mercado y la migración son otros procesos que permiten esta interacción. El caso de Otavalo es paradigmático. Las personas lograron ocupar la ciudad saliendo de sus comunidades a través de ser exitosos productores de telas y habilidosos comerciantes. Los hijos de estos primeros emprendedores fueron los encargados de repotenciar a la cultura kichwa. Quizá el mercado fue más exitoso que el Estado en Otavalo. (O)