Escribo esta columna el viernes 24 de junio de 2022, cuando no aparece solución a los enfrentamientos que asfixian y paralizan al Ecuador, porque, protegidos por la movilización convocada por la Conaie, las vías del país, plazas, parques y calles –también algunos recintos de entidades públicas– están siendo ocupados por violentistas, que parecerían infiltrados desde los entornos políticos del expresidente Correa, disponiendo de mucho dinero que se acusa proviene de la delincuencia organizada y el narcotráfico. El propio Leonidas Iza, líder de la Conaie, pide no confundirlos con los infiltrados, pero ¿qué han hecho para que no los haya?

Se requieren agendas ejecutables, no solo en función de los sectores indígenas, sino de toda la población.

La solución pasa por el diálogo y no por la imposición. Se requieren agendas ejecutables, no solo en función de los sectores indígenas, sino de toda la población, priorizando a los de menores ingresos, a sectores medios –severamente afectados– y a los que generan valor agregado por ser fuentes de trabajo y con inversiones productivas.

Sé que en la CFN B.P. se están considerando opciones de financiamiento que se deben trabajar coordinadamente con otras entidades de la banca pública, pero también debe ser con los otros sectores de entidades financieras, y con sentido de oportunidad, no para “algún día”. La eficiencia deja de serlo de no ser oportuna.

En la agenda global debe recordarse que problemas, ineficiencias y necesidades –en salud, educación, trabajo y vivienda– que pueden parecer singulares, cualesquiera que sean las personas afectadas, pasan a ser muy graves de ser multiplicadas por miles de seres vulnerables y pueden estremecer un país. Encontrar sus soluciones deben ser las prioridades de un gobierno. ¿De qué sirven reducciones de déficit fiscal o macroprogramas del FMI, de subsistir esos problemas, ineficiencias y necesidades, sin concretar correctivos? Las soluciones deben orientar las macrodecisiones de política económica, no lo contrario.

Además, nunca faltarán los miserables aprovechadores, evidenciados en la circunstancia actual con perseguir la destitución del presidente Lasso. Por eso inhabilitan la infraestructura de servicios, sin importar que los colectivos de habitantes sean privados de aquellos, o que cientos de miles de ecuatorianos que viven del día a día hayan sufrido destrozos o no hayan recibidos ingresos, o que no hayan podido movilizarse. Miles de millones de dólares de pérdidas.

Siempre será bueno reencontrarse con Dios.

Con la muerte de Galo Martínez Merchán, dilecto amigo, recordaba una ruta que cumplía los sábados en la segunda mitad de los 90 –entonces era rector de la universidad–.

Con Mechita Icaza y mi hijo llegaba a desayunar y a compartir oración con Pepe Gómez Izquierdo y Nelsa Curbelo, en su casa, en la Loma de la ciudadela Ferroviaria, junto a una pequeña capilla que entonces había.

Luego, iba al diario Expreso, de donde con Galo, Jorge Vivanco y amigos nos encontrábamos para ir al Rincón del Ceviche –todo riquísimo– en un garaje de la calle Bálsamos, de Sylvia Jurado Béjar. Hoy en Lomas y la Quinta. Todos los temas se tocaban.

Homenaje a Pepe Gómez Izquierdo, Galo Martínez Merchán y Jorge Vivanco Mendieta. (O)