Todos los años hay noticias de que, en diversos lugares del planeta, aparecen ballenas varadas, y luego muertas, por lo que aparenta ser un suicidio colectivo.

La zoología, que como muchas otras ciencias ha avanzado dramáticamente, no logra dar una explicación del porqué esto sucede con muchas variedades de estos maravillosos cetáceos.

Existe inclusive evidencia reportada de que seres humanos han logrado “desvarar” a las ballenas, las regresan a aguas más profundas; pero luego estas reinciden y vuelven a vararse en la playa, donde finalmente mueren.

El suicidio colectivo, que es un enigma, se ha dado en la especie humana por hechos heroicos, como en la famosa fortaleza de la Masada, cercana al Mar Muerto, en la tierra de Israel, donde más de 900 rebeldes se atrincheraron, resistieron al asedio romano, y cuando ya era inevitable con la construcción de una gran torre por parte de las huestes imperiales que la fortaleza no cayera en manos romanas, todos menos dos mujeres y cinco niños que se escondieron en las cisternas, decidieron suicidarse pero jamás ser esclavos de Roma. Pero episodios como estos no son una conducta regular, cosa que sí parece ser en el caso de las ballenas. Claro que hay suicidios colectivos que también se han dado por enfermizas conductas en ciertas sectas, como sucedió en Jonestown en Guyana en 1978, donde más de 900 personas ingirieron cianuro influenciados por un despótico supuesto líder espiritual. Episodios como ese también se han dado en otras sectas fanatizadas. Pero nuevamente, no es algo normal, como aparenta ser el caso de las ballenas.

Pero la excepción que parece confirmar la regla de que no existe el suicidio colectivo en la especie humana, está sucediendo en la política de la América Latina, donde las masas parecen querer suicidarse colectivamente, y lo están haciendo, y con regularidad, como lo hacen las ballenas, las cuales deberían saber que al acercarse tanto a la playa van encaminadas a la muerte. Los votantes de nuestro continente parecen no entender el peligro de acercarse al socialismo del Siglo XXI, a los fanatismos de la izquierda, y a los fracasos más que comprobados de los regímenes populistas que han devastado todo aquello que han tocado a través de la historia.

Las lecciones del nacional socialismo hitleriano, del fascismo de Mussolini, del populismo de Perón y su compañera Evita con el cuento de los descamisados; el fracaso de la Unión Soviética, la tragedia del pueblo cubano, la increíble destrucción de Venezuela, la tiranía perversa de Nicaragua, el despilfarro y la destrucción económica, moral e institucional creada por la FaRC, familia revolución ciudadana en el Ecuador, de nada sirven a los electorados de la región. Sencillamente, como las ballenas, no ven el peligro, no lo entienden, y siguen acercándose, hasta el punto de morir.

¿Quién y cómo remedia hoy la situación de Venezuela? ¿Cómo se sale de ese entuerto? ¿Quién y cómo logra que en Cuba haya una transición hacia la democracia, la vigencia de los derechos humanos y la esperanza de progreso?

Y después de lo vivido en Colombia con las FARC, el ELN, y toda la violencia infame de esos grupos asociados al narcotráfico, se ven como posibles candidatos a personas vinculadas a esos sectores.

Y el exitoso Chile escoge el camino de la involución. Se sataniza en ese país el progreso alcanzado, se maximizan los problemas existentes y se minimizan los logros, y se busca el mismo camino seguido por Venezuela, por el Ecuador, por Bolivia y que ahora pretende el Perú: una nueva constitución, que “refunde la patria”, y que termina no en una refundación sino en una refundición, porque funde todo, derrite todo a altas temperaturas y liquida a las sociedades.

Y también en ese Perú actual, ya se evidencia un sesgo casi irracional, que hace que funcionarios del más alto nivel se nieguen a aceptar como terroristas a los miembros de Sendero Luminoso, y que apuntan claramente a un alineamiento con esos modelos y países tiránicos, tóxicos que lideran Cuba y Venezuela.

La ciencia de la Zoología tiene una tarea pendiente muy compleja: explicar el cómo y el porqué, en un proceso tan impresionante como es la evolución, donde cada especie entiende los peligros para subsistir, las ballenas se aproximan tanto a las playas donde finalmente se varan y mueren.

La ciencia política y la sociología tienen una gran tarea pendiente: explicar el porqué en la América Latina el electorado, que debería en la evolución lógica entender los peligros de los populismos, extremismos de izquierda y tiranías despóticas, sigue acercándose tanto a ellas, para terminar varados en la playa del atraso, del retroceso económico, de mayor pobreza y de una frustración cada vez mayor ante la imposibilidad de lograr la ansiada meta del progreso y del desarrollo y de la equidad.

Mientras esa explicación no exista, estamos caminando por el filo de la navaja en la región, donde las masas electorales nos están conduciendo a un suicidio colectivo que no se puede realmente comprender. (O)