“Quien sabe lo que siembra, no teme a lo que cosecha”. Esta frase bíblica o anónima refleja a esas fructíferas “hormigas obreras” que plantan futuro en la tempestad. “Quien realiza un trabajo disciplinado, constante y con resultados es el Grupo de Pensamiento Afrodescendiente (GPA)” confesó años atrás mi “Quijote cimarrón”, Miguel Ángel Ávila Nazareno, ante mi consulta sobre grupos empoderados con la Constitución del 2008 para desarrollar al pueblo, aprovechando el ‘Decreto 60’, los derechos colectivos y el Decenio Afrodescendiente. Miguel Ángel atisbó la “miopía” de liderazgos individuales, políticos, de falsa inclusión (representativa), alejados de los humildes sin abonar el campo más preciado. A seis mil kilómetros, mi primo me “enamoraba” del GPA, mientras imaginaba cómo ayudar a mi regreso. El 2017 me invitó al Cristo del Consuelo de Guayaquil. GPA-Radio transmitiría en casa de un miembro y yo hablaría sobre el pueblo negro. Entre tapao y plática planeábamos sembrar futuro. Hoy articulan acciones a escala nacional en Pichincha, Guayas, Manabí, Carchi, Esmeraldas, El Oro, Imbabura; reivindican la justicia, el reconocimiento y desarrollo afroecuatoriano.

Verónica, Alejandro, Luis Andrés, Sheila, Maricarmen, Evelyn, Rubí y otros colaboradores sujetan las riendas y enrumban su “Rocinante” a Brasil, Cuba, México, Colombia, Suiza. Buscan incidencias, más conocimientos y socios estratégicos para implementar ayudas sociales. Participan en escuelas de posgrados afrodescendientes, foros, bienales juveniles, encuentros regionales de mujeres afro, informes al Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU, etc. Abonan terreno y son ejemplo sembrándose y cosechándose ellos mismos. Los conocí estudiantes, hoy son profesionales espejo de niños, jóvenes, adolescentes; digno de imitar por ciertas organizaciones que subestimaron la piel aclarada de algunos integrantes mientras su negritud ancestral repicaba tambores.

Desde aquel tapao colaboro con ellos. Hace poco en un taller en la Biblioteca Comunitaria del Comité del Pueblo en Quito, y en la IV versión del Concurso Literario: ‘Te lo cuento en cuento’ con temas afroecuatorianos y montuvios, en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).

El 2021, 2022 y 2023 participaron 190 instituciones educativas, 3.430 personas sensibilizadas, 746 obras concursantes, 36 ganadoras. Este año abarcó 1.388 personas, 29 establecimientos, 181 cuentos, 12 finalistas. El jolgorio estudiantil en la PUCE al recibir sus premios presagia excelentes cosechas, esperanza al país y motiva a entidades a seguir apoyando. Entre ellas: la PUCE, Coalición Ciudadana de Organizaciones Sociales del Ecuador, Centro de Investigaciones y Estudios y Diálogos Sociales, Universidad Amawtay Wasi; GPA-Radio, Municipio de Quito, Editorial Abya Yala, Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Librería de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Librería del Instituto de Altos Estudios Nacionales.

Esta siembra fecunda nos ilusiona con un país mejor. El Gobierno y el Estado la deberían apuntalar. (O)