Con la victoria de Javier Milei en las elecciones legislativas de Argentina el mes pasado y la actual popularidad de Gustavo Petro en Colombia, recuerdo que la gente no “vota mal” como nos quieren hacer pensar. Simplemente, las personas votan por quien quieren hacerlo. Si la audiencia está ávida de espectáculo, continuarán atrayendo el voto los presidentes que cantan como reses sacrificadas o bailan como peluches descosidos sobre una tarima que solo existe porque la financian con el dinero del Estado. A la mayoría le tienen sin cuidado las acusaciones de corrupción e ineficiencia. En Argentina, además, parece que el respaldo del presidente estadounidense Donald Trump vale más que la realidad económica que viven los habitantes.

En Ecuador, el gobierno que se inauguró en mayo de este año ya tiene varias acusaciones en su contra. La Contraloría General del Estado determinó glosas contra dos empresas privadas de salud vinculadas al exministro de Salud y actual presidente del Consejo Directivo del IESS, Édgar Lama. La deuda con el Sistema de Rentas Internas de la Exportadora Bananera Noboa, de la familia del presidente Daniel Noboa, disminuyó de 95 a 0 millones de dólares de forma inexplicable. Y un vehículo de alta gama perteneciente a Industrial Molinera, del grupo empresarial Noboa, se apeó frente a la casa de Iván Ballesteros, principal sospechoso de un atentado en la Bahía de Guayaquil, después de su detención.

Como cualquier candidato de turno, Noboa ha cantado y bailado frente a las cámaras en busca del voto blando. Se ha hecho acompañar de su popular esposa, Lavinia, a quien también envía como emisaria a comer de una olla en Esmeraldas con un equipo de producción que asegure la inmortalidad cinematográfica de su actuación. Se ha rodeado de aliados impenetrables e indoblegables, a veces vinculados directamente a su grupo empresarial, como Luis Jaramillo, quien fue director general del Servicio Nacional de Aduana, ministro de Producción y ministro de Economía y Finanzas, y anteriormente director comercial de la Industria Cartonera Ecuatoriana.

¿Qué implica todo esto para el país frente a la consulta popular y el referendo de este domingo 16 de noviembre? Tanto una mayoría de votos por el sí como la mayoría por el sí en al menos dos preguntas le darán la necesaria popularidad para continuar tejiendo estas redes de conveniencia personal mientras nos distrae con sus recursos visuales más cuidadosamente planeados de lo que nos gustaría pensar. La imagen ampliamente difundida del exvicepresidente Jorge Glas en uniforme naranja siendo trasladado a una cárcel inacabada es el símbolo de lo que se viene, gane la pregunta que gane: los detractores deben transar con Noboa y sus coidearios deben apoyarlo irrestrictamente para ejercer mano dura.

Las fotos de Daniel Noboa con el presidente de los Estados Unidos en Mar-a-Lago (Florida) antes de la segunda vuelta electoral de este año y su búsqueda de una reunión con Donald Trump esta semana confirman que busca replicar la estrategia de Milei. Es posible que le funcione y pronto sabremos a qué precio. (O)