Ecuador enfrenta múltiples amenazas, entre ellas los grupos narcoguerrilleros disidentes de las extintas FARC, el crimen organizado y la corrupción institucional. Estos generan inseguridad y terror en la población al desarrollar actividades ilegales como homicidios, tráfico de cocaína, armas y oro ilegal. Además, quieren disputar con el Estado el control de ciertas áreas.
El presidente designó a 22 grupos criminales como objetivos militares, incluyendo a Los Choneros y Los Lobos. Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, con gran esfuerzo, capturan a numerosos líderes y miembros de estas organizaciones, sin embargo, no logran reducir significativamente la tasa de homicidios, en parte debido a decisiones judiciales que los liberan.
La inseguridad ha aumentado en la frontera con Colombia debido a la presencia de disidencias de las FARC, como los Comandos de la Frontera, señalados por el asesinato de 11 militares ecuatorianos en Alto Punino (Orellana) el 9 de mayo. Asimismo, el 4 de junio, en La Barquilla (Sucumbíos), una patrulla de 37 militares ecuatorianos se encontró con aproximadamente 210 miembros del Frente Carolina Ramírez. Se está investigando por qué la patrulla no enfrentó al grupo, que superaba en número a los militares en una proporción de 1 a 5. La decisión del oficial al mando fue acertada, considerando la desventaja numérica. Sin embargo, esto plantea interrogantes sobre si las Fuerzas Armadas cuentan con suficiente personal, equipos y tecnología para enfrentar todas las amenazas a la vez.
Algunos principios de pensadores militares, adaptados a conflictos asimétricos, son relevantes para este caso. Carl von Clausewitz, en De la guerra (1832), y Sun Tzu, en El arte de la guerra (siglo V a. C.), coinciden en la importancia de conocer al enemigo y el terreno. Por su parte, David Galula, en Guerra contrainsurgente (1964), argumenta que el éxito depende de separar a los insurgentes de la población, ganando su “corazón y mente”.
La mitología griega ofrece una metáfora poderosa con la Hidra de Lerna, un monstruo de múltiples cabezas que regeneraba dos por cada cabeza cortada. Hércules, encargado de derrotarla, descubrió que cauterizar las heridas con fuego evitaba la regeneración. En este contexto, la Hidra simboliza a las disidencias de las FARC y los grupos criminales: cada vez que se captura un líder o se desmantela una célula, nuevos líderes o facciones emergen. Hércules representa al Estado ecuatoriano, cuya estrategia debe combinar la eliminación de estas amenazas con acciones que cautericen sus causas estructurales.
Conclusión: Ecuador enfrenta amenazas, siendo las disidencias de las FARC y los grupos criminales las más peligrosas, el asesinato de 11 militares en Punino es una muestra. La decisión del oficial al mando en el encuentro con el Frente Carolina Ramírez fue acertada dadas las circunstancias. Los principios estratégicos incluyen conocer al enemigo, el terreno y ganar el apoyo de la población. Para vencer a la Hidra, el Estado debe no solo cortar sus cabezas, sino también cauterizar las heridas. La clave está en determinar si Ecuador cuenta con los recursos económicos, humanos y la tecnología adecuada para enfrentar este desafío. (O)