Está lanzado el diálogo y el primer tema: ‘focalización’ de combustibles… Aunque vale recordar que esta no debería ser una conversación Gobierno/Conaie (¿por qué solo ellos nos representarían?) sino entre ecuatorianos. Para eso están nuestros representantes políticos, pero al ser incapaces de cumplir su rol, debemos encontrar otros caminos que no son fáciles.

... En este marco hay que eliminar el subsidio a los sectores productivos, negociando un plazo...

Primero: cifras. Entre gas, diésel y gasolina, en 2021 fueron 100 millones de subsidio mensual. Mayo 2022 alcanzó los 350 millones (!) pero fue quizás excepcional, 3.000 millones es una cifra probable este año, más los 400 millones de la negociación del paro. Pero además hay el subsidio en los combustibles locales que no se transparenta y existe porque Petroproducción no cobra lo que debería cobrar por el crudo entregado a la Refinería, es decir, el precio internacional: medianamente calculado deben ser unos 1.500 millones. Resultado: en 2022 al menos 5.000 millones. En un año más ‘normal’ como 2021 hubiera sido unos 2.500 millones.

Segundo: comparación con otros subsidios. Ejemplo, en el Presupuesto de 2022 constan casi 3.000 millones para pensiones (40 % IESS, Issfa, Isspol y más apoyos a mayores). Pero yo considero que casi todo el gasto estatal es un subsidio, sin duda lo son salud y educación, muy útiles más allá de que deban ser mejorados, y en 2021 el Gobierno central gastó algo más de 3.000 millones en cada uno. Es decir que combustibles supera a pensiones o salud o educación. ¿Tiene sentido? Ninguno.

Primer paso del encuentro: ponerse de acuerdo en el concepto de ‘focalización’. Para el Gobierno (probablemente) se trata de ‘eliminarlo para todos y mantenerlo para algunos’. Para la Conaie: ‘mantener para (casi) todos y aumentar aún más para algunos’. La diferencia es enorme, quizás 3 o 4 mil millones en 2022. El primer paso debería ser establecer que no se lo puede mantener, peor aumentar. ¿Es lógico?

Segundo paso: qué acordar, partiendo de una frase favorita de los negociadores ‘un buen acuerdo no satisface a nadie, pero es aceptable para todos’. Si la respuesta a la pregunta anterior (¿es lógico?) es no, entonces la conversación se tornará un monólogo peligroso. Supongamos que es más bien sí. Ahí habría que establecer cómo se lo elimina: de golpe (muy difícil), quizás paulatinamente como ya era el sistema antes de ser congelado en 2021, y siempre establecer cuál es el límite máximo de subsidio aceptable ¿1.000 a 1.200 millones anuales? En este marco hay que eliminar el subsidio a los sectores productivos, negociando un plazo con cada uno, por ejemplo los camaroneros están dispuestos a financiar su integración al sistema eléctrico y dejar el diésel.

Tercer paso ¿focalizar a quién? Casos quizás obvios: transporte público y gas doméstico. ¿Hay que agregar transporte de carga? ¿Y qué más, bajo la filosofía que un acuerdo no es algo perfecto sino aceptable? La tecnología obviamente existe: base de datos que registren las unidades involucradas y cada una reciba un cupo mensual, cuyo uso se controla en cada carga. A considerar: habrá algunos que sin duda se aprovecharán (ejemplo, apareciendo falsamente como transportistas), pero si no excede 10-15 % es manejable… ¿serán estos los pasos sensatos, o veremos una imposible negociación? (O)