La expresión “per se” tiene el significado de “por sí mismo, por su naturaleza”.

¿Los dañados, siempre lo serán? Yo no creo en el fatalismo de que lo serán de por vida, aun cuando sea difícil que enmienden sus actuaciones. Pero es grave si se dejan pasar trampas u omisiones, peor si los tramposos son gratificados por su viveza o audacia, lo que genera nefastos precedentes.

“Si a otros se lo han permitido, ¿por qué a mí no?, podría ser la frase de quien asuma no ser favorecido, cuando a otros que han hecho o hacen similares cosas sí se les ha consentido.

Veamos el caso del expresidente estadounidense Donald Trump. Morbo de él es estar procesado. A la fecha lo está por agredir a una mujer, a la que accedió y luego abandonó; por haber hecho falsa declaración sobre el valor de sus activos, alterando avalúos a fin de obtener créditos; por falsa declaración sobre financiamientos de su campaña electoral del 2016, que le permitió llegar a la Presidencia de su país en enero del 2017; por haberse llevado y reproducido información confidencial de seguridad de los Estados Unidos cuando fue presidente; y por haber sido gestor del proceso conspirativo para tratar de impedir, mediante acciones de delincuencia organizada, la sucesión presidencial en enero del 2021. ¿Será condenado por las cortes norteamericana en alguno de los citados procesos?

En el Ecuador, en actores del poder del Estado, en candidatos, en quienes deben ser contribuyentes, las falsas declaraciones, evasiones y elusiones son repetitivas, lo que no significa que todos las formulen o practiquen.

…es grave si se dejan pasar trampas u omisiones, peor si los tramposos son gratificados por su viveza o audacia.

¿Funcionan las entidades de control que establece la Constitución? En la Contraloría y en las superintendencias sí se han dado procesos de control, pero debe fortalecerse la exigencia de oportunidad y las formas de prevención que no deben ser ni entenderse como trabas para las entidades controladas. No es bueno que se perciba su gestión solo cuando ya hay hechos consumados y posiblemente irreversibles. Habrá que esperar que los procesos de designación de sus titulares no se contaminen con sesgos políticos. El Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), de elección popular, ha sido usado para intentar perseguir, o para proteger.

Y a las ya complicadas marañas –circunstancias y actuaciones enredadas y entrecruzadas– de las funciones del Estado se agrega el abuso de quienes invocando calidad de jueces constitucionales, mediante acciones de protección se dedican a patear los tableros de la gestión pública.

En los negocios privados hay quienes privilegian cumplir con toda normativa, que a veces resulta absurda, por ser de puras formas, pero también hay actores que eluden y evaden obligaciones societarias, comerciales, administrativas y tributarias. Por ejemplo, en cuanto a capitalización, hay un esfuerzo por ir elevando los niveles de capitalización por aportes efectivos, pero de la trama tramposa de simular cuentas acreedoras para cruzarlas con las de capital, quedan rezagos. La entidad de control debe sancionar a quienes la han hecho, porque aun cuando los montos sean de ratería, hay que sentar precedente. (O)