Mientras los líderes públicos y privados continúan sus largas discusiones sobre los alcances de los resultados de los últimos comicios de consulta y referéndum, enfrascados en establecer de quién es el triunfo y para quién fue el amargor de la derrota, la actividad agraria, típicamente indiferente a ese tipo de disquisiciones, continúa impetuosa su crecimiento, consolidándose con fortaleza en las cifras de exportación como lo demuestra lo alcanzado por la cadena bananera en la UE, donde ha logrado posicionarse cómodamente con el 29 % de ese apetecido pastel, favorecida por una desgravación consensuada que, partiendo de 179 euros por tonelada métrica en el 2009, se detuvo en 75 en el año 2020. La causa del éxito radica en la magnífica calidad y presentación de una fruta adornada de muchas virtudes en cuanto a sabor, color, sin pesticidas o dentro de los márgenes permitidos, que ubica al país como primer exportador de banano orgánico a la Comunidad Europea, que sus competidores no han podido superar.
Lo dicho se ratifica en los hallazgos de un reciente estudio auspiciado por Fyfes (gran consorcio bananero) publicado en la revista española Mercados, en edición de reciente data, que señala que de una muestra de 7.000 consumidores europeos, el 89 % declaró su favoritismo por el banano y su mayor popularidad en el Viejo Continente, con degustación diaria, seguido de las manzanas con 75 %, naranjas 56 % y finalmente las uvas con un 44 %, ratificando que la frecuencia de consumo es de largo superior a otras frutas, tanto que tres de cuatro europeos comen “plátano” (como designan su banano) por lo menos una vez por semana, demostrando adicionalmente que el precio que pagan por el producto amarillo les es indiferente, desde luego prevalidos que es la más barata, disponible todo el año, de exquisito y no empalagoso dulzor, con atractiva presentación una vez maduro. Este análisis ha sido recogido por la publicación diaria digital Portalfrutícola de 20 de noviembre de 2025, debiendo recordar que el MAPA, Ministerio de Agricultura y Pesca de España, en indagaciones anteriores llega a similares conclusiones.
La revisión de los trabajos investigativos antes señalados llevan a muchas conclusiones que la industria bananera y cada uno de sus eslabones deben tener presente, comenzando por entender que todavía la demanda europea no está plenamente satisfecha, que la calidad es superior a la que se produce con altos subsidios en sus territorios y antiguas colonias, que las exageradas medidas de protección que reciben no son suficientes para sostenerla en los mercados, cuando hay zonas ecuatorianas con ventajas naturales insuperables, menos susceptibles a los embates de fenómenos naturales incontrolables y de difícil predicción, además son nichos seguros donde encontrar siempre banano de su predilección. Lo que hace falta es que se sensibilicen en la urgencia de revalorizar el banano nacional y de su pariente más cercano, el plátano. Deben aumentar el precio inmediatamente en por lo menos un dólar por caja, apenas 5,5 centavos por kilo, como vienen solicitando unitariamente los gremios latinoamericanos. (O)










