En uno de los momentos más ásperos de su vida errática, especialmente por la experiencia del campo de concentración de Auschwitz, el joven e inédito Jorge Semprún, con apenas veinte años, va a visitar muy temprano en la mañana a la ensayista Claude-Edmonde Magny. Casi se diría que Semprún está al borde de no escribir más. De hecho, permanecerá callado durante muchos años hasta destapar una de las obras narrativas y memorialistas más importantes del siglo XX. Contra la idea de que no es posible escribir después de Auschwitz, será de quienes apuestan por intentarlo, por no callarse. En esa gestación silente de su obra, los poetas tuvieron una presencia decisiva de sostenimiento. En La escritura o la vida afirmó: “Siempre he tenido suerte con los poetas. Quiero decir: mis encuentros con sus obras siempre han sido oportunos. Siempre me he topado, en el momento oportuno, con la obra poética que podía ayudarme a vivir, a hacerme progresar en la agudeza de mi conciencia del mundo”. En ese mismo libro recuerda su visita a Magny, los paseos que daban por Montparnasse y cómo volvían a la memoria de Semprún varios versos de César Vallejo. Magny le escribiría después su famosa Carta sobre el poder de la escritura. Y de eso se trata: del poder de la escritura para la vida.

Retomo lo que dice Semprún de que siempre tenemos suerte con los poetas, que su encuentro oportuno, con sus pensamientos y versos, ilumina. En tiempos oscuros como los de esta pandemia, que ya ha superado los dos millones de muertos, y todavía mantiene encerradas y solitarias a otros tantos millones de personas entre la angustia y la incertidumbre, la poesía puede tener su momento oportuno. Por eso es de agradecer los esfuerzos que algunos poetas y editores han realizado en el proyecto Alfabeto del mundo, titulado como uno de los libros del poeta Eugenio Montejo, para dar a conocer una antología de destacados poetas latinoamericanos en formato digital, descargable y gratuito. Creo que la gratuidad en temas editoriales no es recomendable, pero las circunstancias son inauditas. Los poetas, con la generosidad ejemplar de su apuesta incondicional por el lenguaje, permanentemente rompen fronteras. Son una reserva de pureza verbal en un mundo de ruidos. El Centro Editorial La Castalia y Ediciones de la Línea Imaginaria son los responsables de este proyecto único que se dio a conocer en diciembre de 2020 con ocho destacados títulos de poetas latinoamericanos como Lucía Estrada (atención con su poemario Las hijas del espino), Ana Lafferranderie, Rocío Cerón, Rafael Courtoisie, Aleyda Quevedo, Mario Pera, entre otros. Los libros se encuentran en la web centro-editorial-la-castalia.webnode.com.ve y vienen acompañados de prólogos de críticos y escritores. El próximo 25 de febrero se lanzarán ocho títulos más con obras de Rafael Cadenas, quien obtuvo el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2018, así como obras de Mayra Santos Febres, de Puerto Rico, María Montero, de Costa Rica, y Ana Becciú, de Argentina, con su estremecedora Ronda de noche. (O)