Resulta ya desesperanzador para todos los hispanoamericanos la lamentable política exterior de nuestros países, ya que cada gobierno de turno que nos toca o ingenuamente elegimos cumple con todo lo necesario para identificarlo como títere de las potencias de turno. Nuestra diplomacia está condicionada a un par de oficinas de relaciones internacionales de otras naciones, las cuales nos toman como “paisuchos”, estamos privados de decidir por nosotros mismos si debemos o no condenar y tomar acciones por una guerra, enemistarnos o amigarnos con otras naciones, decidir si comerciamos o no con otros Estados e inclusive alinearnos a distintos bloques políticos, absolutamente todo debe pasar el filtro de nuestros verdugos de las relaciones internacionales.

Daniel Noboa dialogó con la comunidad de migrantes ecuatorianos en Nueva York y Nueva Jersey

Desde mi punto de vista, no tenemos por qué condenar asuntos exteriores que no nos competen ni nos interesan, no podemos seguir metiendo las manos al fuego por cuestiones diplomáticas de miles de kilómetros de distancia solo porque dichas oficinas lo hagan y nos empujen a hacerlo con amenazas, no nos conviene hacernos enemigos por el mundo, enemigos que no tienen por qué serlo, ya que son enemistades totalmente injustificadas. Aquí me gustaría realizar una analogía para comprender mejor el asunto con algo que, lamentándolo mucho, pasa muy seguido en nuestros países, y es que somos como un niño pequeño en una fuerte protesta, no sabemos qué hacemos allí, ni por qué estamos allí, solo sabemos que nuestros padres o responsables de nosotros en general nos obligaron a ir por algún motivo que no entendemos, y por nuestra confundida presencia nos lastiman con un par de piedrazos y nos ahoga el gas lacrimógeno que normalmente se usa en estos eventos, no tenemos por qué estar allí, pero estamos porque nos obligaron, así tal cual es tener una diplomacia alineada a otras oficinas.

Presidente Daniel Noboa y Eric Adams, alcalde de Nueva York, analizaron la situación de migrantes ecuatorianos

Es hora de dejar de ser esos países que actúan como infantes que por estar alineados y querer agradar a los demás resultamos seriamente perjudicados en todo sentido, no tenemos por qué hacerlo, hagamos valer nuestra soberanía diplomática. Ningún gobierno que sea títere, será un buen gobierno. (O)

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Anthony Steven Ramia Mantilla, Tabacundo