En la revista Plan V hace poco se publicó que un señor esperó por más de dos años un trasplante de hígado hasta su fallecimiento ocurrido hace poco. Dentro de la historia se cuenta el lamentable laberinto de trámites entre hospitales y despachos; como no podía ser de otra manera apareció un burócrata que al momento de despachar y ‘ayudar, resolver’ el caso le vio la quinta pata al gato, lo que al final ha sido una condena de muerte para esta persona necesitada.

Las vidas de millones dependen de ciertos sujetos desaprensivos que despachan desde todas las instituciones de este país. No les importa nada, no tienen sentido de la razón, de la verdad, de la humanidad. Son necios y se escudan en una normativa de doble y triple sentido para no hacer nada ni dejar hacer.

Va casi un año de funciones del actual presidente de la República, pero no parece tener el conocimiento ni interés de conocer todos estos miles de casos donde la mala atención del funcionario se ha impuesto en una eterna repetición. Es una ‘costumbre’. Es una ‘tradición’ ecuatoriana. Quisiera remitirle al presidente esta comunicación, pero su página web solo remite al interesado a las redes sociales donde todo es ruido y pocos resultados; desidia gubernamental hasta para escuchar el reclamo de un ciudadano, esta desidia si sigue, condenará su gestión al fracaso. (O)

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Roberto Castro Vizueta, abogado, Guayaquil