Lo digo con certeza, que la comuna San José de Amén de la parroquia Juan Gómez Rendón (más conocida como Progreso), en el cantón Guayaquil, comenzó su historia el 29 de agosto de 1741, tiempo de la colonia española, cuando el sitio de Amén pertenecía al poblado de El Morro. En tiempo de la república en 1833 el pueblo de El Morro asciende a la categoría de cantón de la provincia del Guayas, hasta que en 1855 deja de serlo.

En 1861, en el recinto de Amén se crea la iglesia católica con su patrono san José. Años más adelante, en 1894, el Municipio de Guayaquil crea nuevas parroquias rurales y ahí ya consta la parroquia de Amén con sus recintos. En 1923, la parroquia haciendo un gran esfuerzo y en organización logra inscribir ante un notario los títulos coloniales de las tierras.

Progreso y su tradicional amor con hambre

Luego, en el año 1937, en Ecuador se dictó la Ley Organización y Régimen de las Comunas. En 1953, los moradores de la parcialidad consiguen la personería jurídica de la comuna y es aquí donde efectivamente nace la comuna San José de Amén.

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En el año 1994, la comuna San José de Amén, después de una serie de luchas logra finalmente actualizar el título de la tierra comunal con el Ministerio de Agricultura y Ganadería. Más tarde ese mismo año se inscribió a la comuna en el registro de la propiedad del cantón Guayaquil.

En la actualidad los fines de la comuna se encuentran establecidos en el reglamento interno que busca mejorar la calidad de vida de los asociados y, entre otras cosas, se inculca el cuidado y mantenimiento de la tierra ancestral e impulsar el socorro mutuo entre sus socios. (O)

Francisco Marcos Anastacio Valarezo, profesor, Progreso