Cantones, comunas, de la Costa ecuatoriana han enfrentado durante años anteriores, la fuerte la presencia de El Niño con lluvias torrenciales, desbordamiento de ríos, inundaciones, pérdidas materiales y de vidas humanas. Es muy probable que este fenómeno natural se repita en este año 2023.

Yo nací en el sector de las calles Juan Montalvo y Colombia, a 50 metros del río Milagro, y he vivido su vida a la par de la mía, ahora habito en otro punto, igual, cerca a sus riberas.

Qué alegría cuando fui joven, disfrutaba de las limpias, cantarinas y turgentes aguas del río Milagro. Los desbordes del río eran felicidad para los jóvenes, porque mientras más crecía el río podíamos hacer clavados de ‘coco’ trepados en los grandes árboles que había en las orillas. Después, la cosa cambió, se repartieron sus riberas, se lo achicó y se lo contaminó con todos los desperdicios de la ciudad.

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Las ‘revoluciones’ industriales trajeron el calentamiento global, ahora la temperatura del mar, marca cinco y seis veces más calor que antes y esto trae acortamiento del tiempo y mayor cantidad de agua que se evapora hacia la atmósfera, cargándola de lluvias. Ya tuvimos dos fenómenos de El Niño en 1982 y 1997, fueron terribles; me tocó ir de Valdez a mi clínica a pie en el año 82 con el agua hasta el pecho. En el 97 el país, Milagro, se afectó tanto en su infraestructura agrícola que se perdieron cultivos, ganados en las zonas costeras, se destruyeron carreteras; fue tan desastroso que hasta el gobierno se derrumbó.

Está anunciado en los medios de comunicación, los científicos dicen que en junio y julio de 2023 vuelve el mismo fenómeno y hay que prepararse Gobierno, municipios, ministerios, COE, pueblo; con acciones más adecuadas y acertadas para paliar El Niño, que más afecta a la gente pobre que vive cerca de ríos. Habrá que limpiar los ríos, hacer muros, comprar bombas, botes, alimentos...; que nada nos coja de sorpresa. No es el fin del mundo, es un fenómeno natural que no se puede evitar, pero con tiempo sí se pueden tomar acciones que hagan menos dolorosa la situación. Estamos prestos a ayudar. (O)

Hugo Alexander Cajas Salvatierra, doctor en Medicina, Milagro