Durante las caídas de agua –de los aguaceros– nos mojamos al aire libre, obvio; aun cuando son fuertes, sopla el viento y tenemos paraguas.
En época de la pandemia de COVID–19, en la lluvia no solo nos mojamos la ropa sino las mascarillas. En el transporte público muchos pasajeros viajan mojados, se quitan las mascarillas; viajan parados, apegados, apretados, no hay distancia; el transporte es un caldo de cultivo para pasarse el virus. (O)
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Alfonso Luna D., Guayaquil