La violencia escolar en Ecuador es una realidad alarmante que afecta a miles de estudiantes. Entre 2014 y 2024 se registraron más de 28.000 casos de violencia sexual en escuelas, donde el 90% de las víctimas fueron niñas, muchas entre 8 y 14 años.

Además del abuso sexual, la violencia física, psicológica y el acoso escolar son frecuentes. Entre 2022 y 2024 se reportaron 1.195 casos de acoso, con consecuencias graves. Tres de cada cinco estudiantes han sufrido algún acto violento en centros educativos.

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Efectos de la violencia en las personas y la seguridad

El entorno escolar, que debería ser un espacio seguro, se ha convertido en un lugar donde la violencia entre pares y hacia docentes es común. El 74 % de los agresores en casos de violencia sexual son personas externas al sistema educativo, aunque también hay responsables dentro.

Frente a esta crisis, el Ministerio de Educación lanzó en 2025 el Plan Nacional para la Erradicación de la Violencia en el Contexto Educativo. Este plan busca prevenir, detectar y atender la violencia, garantizando acompañamiento a las víctimas y fortaleciendo capacidades docentes.

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La participación comunitaria y el trabajo interinstitucional son pilares del plan. Se busca que las escuelas sean espacios de convivencia pacífica y respeto, donde se proteja el desarrollo integral de los estudiantes y se promueva la equidad de género.

Pero casos recientes muestran que la implementación aún enfrenta retos. Familias denuncian falta de seguimiento y apoyo suficiente tras incidentes graves, lo que evidencia la necesidad de mayor compromiso y recursos.

Ética y moral pública

La violencia escolar en Ecuador es un problema complejo que requiere acción urgente y coordinada. Garantizar entornos educativos seguros es fundamental para el bienestar y futuro de niños y adolescentes, y para construir una sociedad más justa y respetuosa. (O)

Roberto Camana-Fiallos, escritor y docente investigador, Ambato