Imagen política de Ecuador: estilo de democracia, de libres elecciones, en la cual el interés de las mayorías no sobrevive, sufre, se ve afectado. A la economía le va peor que si hubiesen accidentes naturales, desliz que apunta a élites políticas egoístas con la confianza sagrada de la opinión pública porque llevan la nación a la ruina; hay crisis fiscal, hambre que agudiza la falta de empleo, el crédito a interés alto como para no emprender actividad de desarrollo y ocupar la fuerza laboral que está parada; los impuestos que pagan las empresas privadas para la obra pública están en rojo. Superando el temor en nosotros, hagamos gestión, exijamos fin a la práctica antijurídica.
El país hermoso, rico en recursos naturales, preso de politiqueros, pide ir tras la corrupción para ajustar cambios constitucional y jurídico a la estructura del desarrollo por la gran nación tecnológica para salir de la depresión, cobrando impuestos, eliminando la manipulación de los vendepatria que se benefician de los arbitrajes internacionales públicos, y cediendo soberanía velan por sus intereses. Veámoslo desde una proyección de recuperación donde la democracia pise el acelerador para grandes cambios y asigne rubros a la política de obra pública que transforme la silueta del país, que el dinero circule en mano de los trabajadores mejorando su trabajo, su vida y la economía en marcha. (O)
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Rafael A. Sampedro Coba, arquitecto, Guayaquil