Conmemoramos la gesta histórica del 9 de octubre de 1820 que amaneció con la aurora gloriosa y puso fin al dominio de la corona española en Guayaquil, la ciudad de patriotas que forjaron la revolución en la Fragua de Vulcano.

La historia narra las batallas que hubo para liberar a Guayaquil, con el apoyo de los libertadores Bolívar y San Martín, y de hombres, armas, dinero, estrategias y la suerte del ejército patriota. Daule fue un lugar estratégico por su cercanía, a 45 kilómetros de Guayaquil. Según la historia, el 8 de octubre de 1820 los conspiradores de la libertad decidieron entrar en acción la madrugada del 9 de octubre. El capitán Febres–Cordero se tomó el cuartel de Granaderos sin encontrar resistencia. Algo parecido ocurrió en los demás cuarteles. Ahí también participó el batallón de Daule. Por esta razón muy especial y por iniciativa de don José Joaquín de Olmedo, a través del cabildo municipal, se procedió a organizar el 10 de octubre un gobierno legítimo para todas las provincias recién liberadas, cuyo primer paso fue el de convocar a una junta electoral por todos los pueblos importantes.

El 11 de octubre, Santa Clara de Daule se autoproclamó independiente de la monarquía española y buscó su adhesión a la gesta independentista, por lo que también recordamos en octubre su bicentenario. Luego, el 26 de noviembre de 1820, con la presencia del delegado de la junta de gobierno de Guayaquil, Daule designó a su primer cabildo patriótico popular, es decir, a su alcalde y a cuatro regidores, quedando esa fecha histórica como fecha cantonal. La conmemoración de los 202 años también es propicia para los dauleños, para que reflexionen en la necesidad de volver a librar a su ciudad, pero esta vez de las circunstancias actuales que la agobian: la delincuencia, el crimen y la corrupción. Así como se derrotó a los opresores, esta vez debe eliminar la violencia y la inseguridad. (O)

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Robespierre Rivas Ronquillo, licenciado en Ciencias de la Comunicación, Guayaquil