Para mí, el domingo 11 de abril de 2021 fue una mezcla de temor, ansiedad, civismo y esperanza. Había mucho en juego, el destino del Ecuador estaba en peligro. Debíamos arrancar de las garras del socialismo a nuestro país, no podíamos volver al gobierno del odio, la división, el estruche, la guerrilla, los narcos.

Al mismo tiempo, fuimos cargados de esperanza y fe. Fuimos muchos los que oramos con todas nuestras fuerzas para que Dios con su infinita misericordia nos ayude a no caer por el despeñadero del socialismo que ha hecho tanto daño. Ahora que hemos dado este gran paso y tenemos un presidente electo que inspira seguridad, que es un hombre de fe, trabajador, inteligente, con experiencia, sin odios ni revanchas; no debemos dejarlo solo. Debemos apoyarlo siendo ciudadanos clase A, ¿y cómo?: respeta las leyes, no evadas impuestos, no sobornes ni te dejes sobornar, no te comportes como ‘sabido’, respeta los turnos y a la gente; trabaja honradamente, no pidas dádivas del Gobierno, etc. No podemos olvidar que así como tenemos derechos, tenemos obligaciones; que así como exigimos tenemos que dar. No esperar que todo lo hagan desde el Gobierno. Si remamos juntos a pesar de cualquier dificultad, saldremos adelante. Por último, lo más importante, seguir orando para que Dios ilumine los pasos de nuestro presidente electo. (O)

Soraya Valdiviezo Moscoso, Guayaquil