Rara vez se habla de sostenibilidad en la política y la sociedad ecuatoriana. El país sufre graves problemas, como el aumento de la delincuencia; por lo tanto, es relativamente comprensible que el ambientalismo haya sido relegado a un segundo plano en la conciencia de la gente, así como en las agendas de los políticos.

‘Queremos un fondo que sea inclusivo, que no deje por fuera al Ecuador’, dice subsecretaria de Cambio Climático sobre fondo de reparación ambiental de la ONU

A menudo se ignora el cambio climático porque, aunque es muy real, no es algo que podamos visualizar como un gran evento. Si bien Ecuador produce solamente el 0,11 % de las emisiones globales de CO2, sin embargo, según Our World in Data, el país experimentará las consecuencias extremas que este fenómeno crea y seguirá creando.

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Un acontecimiento actual en el país, que sin duda tendrá consecuencias ambientales catastróficas, son los cortes de electricidad recientemente impuestos. Según Associated Press, esta escasez se debe a una producción insuficiente de energía acelerada por el bajo nivel de agua de los ríos. Esto es importante porque, según el Ministerio de Energía y Minas, en 2020, el 92 % de la electricidad del Ecuador era hidroeléctrica. El agua es un recurso renovable limitado porque, aunque se regenera, lleva tiempo. Los patrones climáticos se están volviendo cada vez más impredecibles y este problema podría persistir por un periodo indefinido.

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Desde el 2016 disminuyó la producción de energía que proviene de la luz solar, del viento y de los desechos orgánicos

Para mitigar los efectos de la falta de electricidad, el Gobierno ha decidido comprar energía a Colombia, un país con métodos de generación de energía un poco más contaminantes. Además, esta escasez de energía aumentará el uso de generadores que también son perjudiciales para el medioambiente. Por supuesto, esto no significa que no se deben utilizar generadores o que el Gobierno no deba comprar energía de otros países. Creo que es importante considerar los impactos ambientales de esta situación, aunque es posible que no se sientan de inmediato, se acumularán e influirán la forma en que llevamos nuestras vidas en el futuro. Si el país va a producir electricidad a partir de fuentes renovables, entonces debe cuidarlas y administrarlas correctamente.

Este problema no surgió sin previo aviso: es consecuencia de una mala gestión, de la contaminación y de la indiferencia. (O)

María Pía Velázquez, Nueva York, Estados Unidos