Esta es la frase con que juramentan los presidentes de los Estados Unidos antes de asumir la alta magistratura, lamentablemente esta no es usada en Ecuador. Así, debemos invocar al Todopoderoso para que salve al Ecuador después de este 1 de abril con el alza del impuesto al valor agregado (IVA) del 12 % al 15 %.

Ni el malhadado feriado bancario, donde unos cuantos se convirtieron en millonarios y huyeron o se quedaron en el país, causará un estado de devastación, como si una bomba nuclear cayera sobre nuestro territorio, sin que nadie nos proteja, ni aun con el apoyo de las Fuerzas Armadas juntas, ni contar con refugios apropiados.

¡Ya basta de gobiernos títeres!

Los únicos privilegiados serán los que asaltaron las arcas fiscales, que pueden salir del país o quedarse, porque tienen recursos económicos, inmuebles para viviendas, negocios, gozan de estatus en otros países, y hasta son liberados por la justicia norteamericana, que los ampara luego que les quitan los millones de dólares que recibieron por los sobornos que recibieron en Ecuador, sin embargo, seguirán sobreviviendo felices porque tienen suficiente dinero robado o escondido en paraísos fiscales.

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Definitivamente, debemos seguir ajustándonos los cinturones, al tener a Ecuador sin recursos económicos nos quedaremos a expensas como siempre de los organismos crediticios internacionales...

El listado que los medios se han adelantado en publicar, al darse el aumento al 15 % del IVA será de tal magnitud que los productos de consumo familiar, comercial, médico, de educación, transporte, deportes, espectáculos y de varios servicios en general se elevarán como globos aerostáticos al firmamento, donde pueden permanecer por muchos años por divertimento o atracción. En resumen, no habrá dinero que alcance para alimentarse en los hogares, en locales populares, o en restaurantes de mayor costo.

Daniel Noboa dialogó con la comunidad de migrantes ecuatorianos en Nueva York y Nueva Jersey

En fin, quienes somos parte de la tercera edad, sin esperanza de encontrar un trabajo honrado, teniendo aún fuerza mental o física, seremos los más desprotegidos, con una pensión reducida por los préstamos quirografarios continuos, sin poder salir de las casas por el alto costo de las carreras de taxis privados, derivado por el alto costo de la gasolina, para ir a las citas médicas y reclamar atención en los hospitales del IESS, que desde hace mucho tiempo no cuentan ni con insumos o medicinas para los pacientes, quienes debemos adquirirlas en farmacias a alto costo.

Definitivamente, debemos seguir ajustándonos los cinturones, al tener a Ecuador sin recursos económicos nos quedaremos a expensas como siempre de los organismos crediticios internacionales, como el FMI y el Banco Mundial, o de organismos financieros que dirigen la política económica mundial, para exigir a los gobernantes de turno en países subdesarrollados, como el nuestro, que adopten medidas extremas como el alza del IVA, para concederles nuevos créditos con elevados intereses para los próximos decenios. (O)

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Francisco Medina Manrique, periodista, Guayaquil