La corrupción y la impunidad son los hechos voluntarios que se cometen secretamente contra las normas jurídicas, especialmente en los cargos públicos como tráfico de influencia, sobornos desde pequeñas cantidades de dinero hasta grandes. Entre otras acciones relacionadas a la corrupción e impunidad, tenemos la evasión de impuestos, contrabando, nepotismo, fraudes electorales para designar autoridades y el control político del Estado.
En la actual coyuntura, de la economía globalizada, tanto las empresas como instituciones en sus pilares estructurales utilizan sistemas de control, entre otros elementos, planes de supervisión que contribuyan a producir resultados positivos en los negocios y actividades mercantiles, el mayor de los éxitos posibles y seguridad en sus inversiones. Es preocupante, sospechoso y revelador la encrucijada de las organizaciones que no utilizan estos factores de técnicas empresariales en el manejo de sus operaciones, especialmente en la administración pública que deja mucho que desear. La falta de planificación, organización, control y transparencia ha ocasionado el fracaso de gobernabilidad y de la inmensa riqueza nacional, tenemos que impedir que imperen los intereses personales de irresponsables que impiden el crecimiento y desarrollo de la República del Ecuador y salir del subdesarrollo y pobreza en que nos encontramos como lo demuestran las huellas e irregularidades.
Riesgo país continúa alto, pese a propuesta de reforma tributaria, y se coloca en 1.996 puntos
Tenemos los eternos déficits presupuestarios gubernamentales y no aprovechamos las oportunidades de la inmensa riqueza petrolera y minera. Por otro lado, la Ley de Contratación Pública, que incumple los objetivos claros de la seguridad social para tener un Ecuador unido con políticas de protección y de crecimiento social. Es necesario que los gobernantes y administradores del Estado apliquen políticas de Estado para evitar fraudes y desorden en el manejo de temas públicos.
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De esta manera, se podrá mejorar la gobernabilidad con eficacia y calidad en beneficio del pueblo tomando nuevos rumbos y cambios en sus estructuras que garanticen transparencia y confianza en el manejo público del Ecuador.
Considero que el principal deber de un gobierno es sentar las bases de confianza y aprovechar las oportunidades que se presentan, evitar influencias personales y dotarse de talento humano capacitado y de valores morales, y eliminar personal improvisado sin conocimientos académicos y sin experiencia. (O)
Máximo Gilberto Granda Ríos, CPA, Guayaquil