Tomando como raíz del problema del paro la desatención a las comunidades indígenas, me permito escribir al presidente Lasso algunas vías que sirvan de luces para escuchar a cada etnia.

Un trabajo planificado para identificar geográficamente cada pueblo, con visitas directas al presidente y con un equipo bipartito entre profesionales con probada trayectoria y nativos de las zonas. Captar desde el sitio la información demográfica, socioeconómica, los servicios básicos e infraestructura que cuentan o no cuentan, planes de vida, para adoptar decisiones con respuesta a las complejidades que no ha controlado el Estado. El equipo deberá reportar directo al presidente todo el plan trazado, aciertos, equivocaciones, acciones correctivas y preventivas, tiempos, resultados. Es un proceso de largo plazo, pero el presidente tiene que empezarlo ya. Disponga personal clave del INEC, Ministerio de Inclusión, Ministerio de la Productividad, Ministerio de Educación, Ministerio de Agricultura, Ministerio de Salud y exija interconectarlo al equipo multidisciplinario. Para dichos pueblos es urgente la dotación de escuelas y docentes preparados en pensamiento crítico, razonamiento lógico, cívica, emprendimiento y finanzas, ecología, matemáticas, ajenos a ideologías contrarias al bienestar y la paz. Señor presidente Lasso, forje el conocimiento y que sea explotado y ejecutado dentro de las comunidades, conviértalas en emprendedoras ecológicas y profesionales con plenos saberes en los factores de producción que poseen con vasta especialidad, en toda la cadena de valor de sus productos y servicios. Lastimosamente las últimas peticiones demandadas por este grupo social muestran no reconocerlos, porque lo desconoce la sociedad, y el Estado no les ha valorado su riqueza ancestral. (O)

Mery Katty Barzola Jiménez, docente, vía a Daule