A estudiantes universitarios que protestan por sus justos derechos de recibir educación del Estado los rodean enseguida policías, discuten con ellos, se levantan las voces, les tiran gases lacrimógenos, el ambiente se enciende dado que escapan ciertas palabras; por tanto proceden a detener a estudiantes.

Qué rápido asiste la policía a un plantón universitario que se realizó para exigir a una universidad estatal respuesta y solución a sus falencias educativas, corrupción, abandono a estudiantes dado que una carrera como medicina no pueden continuar dictándola por computador, sino con clases presenciales y prácticas para formar a los futuros médicos que atenderán la salud de los ecuatorianos en todas sus especializaciones. ¿Para eso sí hay, urgente muchos policías, patrullas, bombas gases, aplicación del uso de la fuerza; pero para los sicarios, delincuentes de a pie y de corbata, criminales, ladrones, violadores, secuestradores, estafadores, traidores de la patria y del pueblo, cobradores de sobornos, coimas, diezmos; mafia, secuestradores, pandilleros, corruptos...; no acuden, no apresan, no maltratan, no agreden, no tocan, no aplican fuerza, no sanción dura, no sentencia verdadera; sino que les dejan gritar, insultar, huir, les acompañan, les resguardan para que nadie les toque, les mandan a hospedarse a embajadas, mansiones, clínicas, les sacan de la cárcel por medio de habeas corpus, o con un grillete sin candado? ¡Injusticia, corrupción en país de Ripley o caldera de diablo! (O)

Xavier Bastidas, Guayaquil