Hacen estado de alarma para colocar tapadillo y así se afronta la ya tercera ola de la pandemia mientras pagan justos por pecadores.
En esto de la pandemia hay muchos más justos que pecadores, pero lo cierto es que los pecadores se saltan las precauciones a la torera, no mantienen la distancia, no hacen uso de las mascarillas, no cuidan la higiene, organizan fiestas, entran y salen de zonas restringidas, no respetan toques de queda; organizan saraos –(reuniones nocturnas de personas de distinción para divertirse con baile o música)– reincidentes en colegios mayores, y los fines de semana los dedican a las fiestas clandestinas.
Ante este panorama de flagrantes incumplimientos que todos conocen, a lo más que se llega es a eso de los controles aleatorios y algunos cortes de circulación. La gran mayoría que cumple, empieza a estar harta de que siga habiendo infractores absolutamente impunes. Además, las medidas absurdas que se están tomando también contribuyen a ese hartazgo de los ciudadanos que procuran respetar las normas por muy descabelladas que sean. No se admiten espectadores en los estadios deportivos..., pero se autorizan eventos musicales en locales cerrados con el 30% de aforo, lo que supondría 25.000 espectadores...; y en estado de alarma gobiernan para colocar de tapadillo leyes contra la vida..., y contra la independencia del Poder Judicial. (O)
Jesús Domingo Martínez Madrid, Olot, Girona, España