Muy loable lo que la alcaldesa de Guayaquil está impulsando desde su cargo: apoyar el bienestar de las mujeres en contra de la violencia familiar. Pero pienso, no con el ánimo de cuestionar o criticar este lindo proyecto para las mujeres, que esto deberá tener su complemento, que es que las autoridades judiciales empiecen por hacer un reglamento interno que castigue a jueces que sigan dando medidas alternativas a individuos que pegan, hieren y hasta matan a sus parejas o mujeres.
Ese reglamento debe especificar bien claro, para que no haya interpretaciones a la carta de jueces corruptos, que estos señores deben ser destituidos y procesados por complicidad y, si se establece que recibieron dinero, por corruptos. Ahora otro de los muros que se deben derribar son los plazos. No puede ser posible que ciertos jueces, a pesar de que en el COIP (Código Orgánico Integral Penal) existen plazos, por coimas frecuentemente aplacen audiencias o permitan a ciertos abogados de los procesados hacer marrullerías para no instalar las audiencias. Deben reformar en el COIP los plazos, que para estos casos no pueden ser mayores a 90 días, en los que deberá existir la sentencia en firme sin derecho a rebajas.
Creo haber escuchado que un partido político presentó un proyecto de modificación al COIP, que duerme el sueño eterno en la Asamblea. Ya es hora de que se aprueben esas y otras reformas, para el bienestar de mujeres y hombres de bien. Y les recuerdo a los que salen siempre a gritar por los derechos humanos de la gente inmoral, que este derecho fue creado para los humanos derechos. (O)
Francisco Alcívar Villegas, contador público, vía a Daule