Cuando se trata de reactivación económica, además de conceder incentivos, también se deben optimizar recursos.

Con un informe sobre el impacto económico del embarazo adolescente, el Fondo de las Naciones Unidas para la Población y el Fondo para la Infancia intentan llamar la atención de los Estados de América Latina para que realmente tomen conciencia de lo que significa esta problemática social: las madres adolescentes dejan de tributar $ 746 millones anualmente en los seis países donde se realizó el estudio: Argentina, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Paraguay.

Si las mujeres quedan embarazadas en la adolescencia, no solo limitan sus posibilidades de ingreso al mercado laboral, sino que también alcanzarán un menor nivel de estudios, lo que incide en la remuneración que puedan percibir, redundando en un menor nivel de vida para ellas y su descendencia.

En Ecuador, mientras que las mujeres con nivel de estudios de secundaria perciben un ingreso promedio anual de 3.233 dólares, las que completan la educación de tercer nivel ganan en promedio 9.002 dólares; y quienes obtienen un posgrado en promedio alcanzan una remuneración anual de 16.746 dólares.

Este año, entre enero y octubre, el Ministerio de Salud realizó las primeras 54.370 consultas de control prenatal de jóvenes de entre 15 y 19 años, y reportó 3.390 consultas de embarazadas de entre 10 y 14 años. Se estima que los embarazos de entre 10 y 14 años se dan por violación.

Anualmente, el Estado destina unos 83 millones de dólares en atención durante y después de los embarazos de adolescentes y le cuesta otros 187 millones de dólares relacionados con el costo de inactividad laboral, brecha de ingresos y desempleo.

El informe Consecuencias socioeconómicas del embarazo en la adolescencia en América Latina y el Caribe debe llamar la atención de las autoridades y de la sociedad en conjunto sobre la importancia de destinar más atención a la prevención del embarazo adolescente. (O)