Por la conmoción que ha causado la pandemia del COVID-19, se sigue con expectativa la carrera por obtener una vacuna que logre inmunizar a la población.

Sin embargo, el virus del sida y los distintos tipos de cáncer siguen causando gran cantidad de decesos y deteriorando de manera significativa la calidad de vida de quienes padecen estos males. La ciencia médica ha ido logrando avances en la obtención de tratamientos paliativos, a la par que continúa en la búsqueda de vacunas que logren inmunizar a la población mundial contra esas letales enfermedades.

Según el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, desde que se diagnosticaron los primeros casos en Estados Unidos —a principios de los años ochenta— se estima que 78 millones de personas han sido infectadas por el VIH y 39 millones han muerto a causa del sida o enfermedades relacionadas. Onusida señala que actualmente hay 36,9 millones de casos en el mundo. Por eso es alentador el anuncio de que, por primera vez en más de diez años, un prototipo de vacuna contra el VIH ha llegado a la última fase de los ensayos —que puede demorar de 24 a 36 meses—, en que se determinará su efectividad.

Según el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU., el número de casos nuevos es de 439,2 por cada 100.000 personas por año, y la mortalidad es de 163,5 por cada 100.000 habitantes. Un anuncio esperanzador se dio en estos días, relativo a un nuevo avance en la búsqueda de una vacuna contra el cáncer por científicos de la Facultad de Química de la Universidad de Sevilla, en colaboración con otros expertos españoles e internacionales, quienes han publicado un estudio tras conseguir generar anticuerpos que reconocen células tumorales humanas.

La información sobre estos y otros avances en temas científicos favorecen una mejor comprensión del mundo para el ciudadano común. Se deben aprovechar las ventajas del internet para promover una mayor divulgación científica, con la intermediación de la Academia y los medios de comunicación. (O)