Mauricio Claver-Carone es el primer estadounidense en presidir el Banco Interamericano de Desarrollo, principal fuente de financiamiento del desarrollo de América Latina. En su gestión busca crear un contrapeso a la influencia de China en la región, integrando al equipo de liderazgo del multilateral a representantes centroamericanos y caribeños, junto con sudamericanos de algunos países pequeños, entre los que se encuentra nuestro exministro de Finanzas Richard Martínez.

En una entrevista con el diario El Comercio, el presidente del BID refiere que eligió a Martínez para formar parte de su equipo “por ser uno de los ministros más dinámicos de la región y uno de los que han tenido los retos más abrumadores en cuestiones de lidiar con las finanzas y la deuda que heredó el gobierno (...)”.

Sin embargo, algunas voces en Ecuador cuestionan la decisión de Martínez de aceptar esa postulación, que cuenta con el respaldo del presidente Lenín Moreno, debido a que el artículo 153 de la Constitución ecuatoriana señala que los ministros de Estado, una vez que hayan cesado en su cargo y durante los siguientes dos años, no pueden ser funcionarios de instituciones financieras internacionales acreedoras del país.

La reunión del directorio del BID fue aplazada “con el fin de considerar en su totalidad el equipo ejecutivo previsto para el Banco”.

Ante una consulta oficial del canciller, Luis Gallegos, el procurador del Estado, Íñigo Salvador, respondió que “el Banco Interamericano de Desarrollo no es una institución financiera internacional en los términos definidos por el ordenamiento jurídico ecuatoriano, especialmente, en los artículos 178 y siguientes del Código Monetario y Financiero”.

Si a esa respuesta oficial se suma el prestigio en el ámbito regional del exministro Martínez, luce favorable para el Ecuador tener un representante de alto nivel en un organismo que se ha propuesto atraer inversión estadounidense para infraestructura de Latinoamérica. (O)