Cuando eres contribuyente especial y deseas comprar un producto a una ferretería o a un almacén, por lo general llevas un cheque y un cálculo matemático de la retención parcial del IVA. Al no tener previamente la factura, no puedes emitir la retención y al momento de pagar el producto adquirido deberás también entregar en efectivo el valor de la retención para luego regresar al almacén a entregar finalmente el comprobante de retención, y que el almacén o la ferretería te devuelva de caja chica, el valor que pagaste de la retención no retenida en primera instancia. ¿Complicado? Correcto.
Es importante simplificar el tema de las retenciones ya que complejizan y retardan las transacciones contables, operativas y logísticas. Parte de la educación financiera es comenzar a simplificar para acelerar los procesos en nuestro país. (O)
Gunnar Lundh Iturralde, licenciado en Periodismo, Guayaquil