El marxismo, en vista de que fracasó con su utopía de imponer la dictadura del proletariado en el planeta, viró la página para entrar en otros estratos sociales ya no de obreros explotados por un “imperialismo capitalista”, sino a través de movimientos feministas, como fue en Pekín en 1985, en una reunión de mujeres y de esta se fortificó su brazo ideológico como es la ideología de género.
Plataforma de lucha que el feminismo ha venido levantando como sistema de reivindicación de sus derechos. Una de sus luchas es que se cambie la palabra sexo por género, y lo han logrado hacer en varias legislaciones del mundo, incluido Ecuador. Estos cambios legales se han ramificados en otros frentes de lucha de estos movimientos.
En el Ecuador tuvimos una manifestación violenta a raíz del veto del presidente de la República, Lenín Moreno, al proyecto de Ley Orgánica del Código Orgánico de Salud (COS), cuestionado por sus alcances legales de abortos de manera descontrolada, o por el tratamiento a niños y adolescentes basado en supuestos estudios de libertad de orientación, es decir, la ideología desplaza el sexo físico y su papel en la identificación sexual, por argumentos de que todo es una estructura cultural y social y por eso cada quien puede decidir a qué sexo pertenecer, especialmente niños y adolescentes. Esta práctica legal es peligrosísima, pues científicos colegiados de pediatras sostienen que la pubertad no es una patología y que bloquear el proceso hormonal podría traer consecuencias fatales en los chicos. (O)
Rodolfo Muñoz Morán, abogado, Guayaquil








