El ser humano necesita creer en un ser superior que tiene poder sobre todas las cosas. Esto crea una sensación de seguridad, da fuerza para seguir adelante, a pesar de las dificultades que pudieren presentarse.
La pandemia del COVID-19 nos ha quitado muchas cosas, entre ellas familiares y amigos, nuestros trabajos, nuestra norma de vida, nuestra cordura. Solo nos queda la fe en Dios, y la fe mueve montañas. (O)
Silvia Anabel Quezada Revelo, 21 años, Guayaquil









