Ciertos servicios de call center de empresas cometen fallas; yo tuve una experiencia con uno de una entidad bancaria sobre la asistencia al público.
Soy estudiante y durante mis clases en línea me llegó una notificación de una transacción no realizada por mí. Mi desconocimiento en el delito de clonación de una tarjeta era totalmente grande. Recurrí a mis padres por orientación me dijeron que debía comunicarme urgente con el banco para bloquear la tarjeta, pero veamos si dan ayuda.
Una empleada con disposición de ayudarme me pidió entregar mis datos como claves y números de cuenta, por teléfono; me aterró, llevándome a un momento de incertidumbre. Pero la señorita al otro lado del teléfono supo calmar la situación y solucionar aquello que ya creía perdido: mi seguridad. La llamada cambió de un tono agresivo a uno de más cordialidad. La deficiencia de comunicación entre empresa y cliente puede hacer engorrosa la asistencia al cliente. Se entiende por qué aún existe gente que prefiere acercarse personalmente a las entidades a verificar, evitando dar sus datos importantes, en una llamada telefónica. (O)
Daniel Sebastián López Salas, 22 años, Quito