Estoy preocupado con lo que va a acontecer en el venidero 2021 en torno a la economía del país y porque ciertos posibles candidatos ya están en franca “campaña” y es el anhelo de llegar al sillón presidencial, en plena conmoción por la emergencia por el COVID-19.
Mi sugerencia es que se suspendan las elecciones del próximo año por calamidad sanitaria con el fin de utilizar esos recursos, 150 millones de dólares, en proteger y precautelar la salud de los ecuatorianos. Sugiero: se debe proceder con el encargo presidencial al vicepresidente Otto Sonnenholzner y la sucesión de los 137 asambleístas, cuando termine la administración el presidente Lenín Moreno, y así poder tener un poco de paz hasta que mejoren las condiciones del país y dar un tiempo de reflexión, depuración y renovación a los partidos políticos, como precedente del caos a donde nos están llevando. Don Otto tendría una dura tarea en la reducción de sueldos y personal de la obesa burocracia, dar un muy buen uso de los pocos recursos, tratados e intercambios comerciales y de tecnologías con distintas naciones, revisión a todas las auditorías de obras ejecutadas (costos excedidos), combate frontal a la corrupción con la extradición, confiscación, bloqueo de cuentas bancarias y recuperación de bienes y capitales. Siempre tengamos presente la experiencia de nuestra hermana república petrolera, Venezuela, con su subsidio y consultas populares. (O)
Jorge Emilio Gutiérrez Vera, Urdaneta, Los Ríos