Ecuador está intentando retomar progresivamente las actividades comerciales y productivas. El cambio de los cantones de fases de semáforo de rojo a amarillo, y a verde, conlleva una mayor movilidad y concentración de las personas, sin olvidar el riesgo de contagio del COVID-19. Por ello se debe insistir en las medidas de prevención, como el lavado de manos y uso de mascarillas.

Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló el pasado viernes que los gobiernos deben incentivar el uso de mascarillas cuando la transmisión del coronavirus es generalizada y es difícil establecer el distanciamiento social.

En Ecuador, los reportes de los medios de comunicación muestran las adecuaciones implementadas por instituciones, empresas y locales comerciales para mantener el distanciamiento de las personas; sin embargo, en cuanto se empieza a dar atención al público, muchas personas parecen darle prioridad a la premura sobre la seguridad, observándose el irrespeto a la disposición de mantener distancia de al menos 1,5 metros entre personas.

La recomendación de la OMS es oportuna, pues se retomará de a poco el uso del transporte público, la concurrencia a tiendas, centros comerciales y a recintos laborales. Ahora es cuando se pondrá a prueba la capacidad que puedan tener las áreas de comunicación de los municipios y también del Gobierno central para llegar con información efectiva a la mayor cantidad de la población, con la finalidad de que se comprendan a cabalidad los niveles reales de riesgo y de prevención, evitando tener una falsa sensación de seguridad solo por el hecho de portar mascarillas.

En cuanto a la ciudadanía, es responsabilidad individual conocer sus factores de riesgo de contagio para preservar la salud propia y la de las personas cercanas en el ámbito hogareño y luego en los ambientes externos compartidos. La mejor manera de defenderse contra el COVID-19 es estar conscientes de que el virus no se ha ido y, por ello, hay que ser precavidos al retomar las actividades. (O)