Las cifras oficiales de muertos a los que previamente se les había realizado la prueba y dieron positivo para COVID-19 se situaba ayer por la mañana en 93. Adicionalmente, están ocurriendo más decesos en domicilios que los registrados en promedio antes de la pandemia, pero al no habérseles realizado la prueba es incierto que hayan estado contagiados.

En algunos sectores de Guayaquil se ha denunciado la permanencia de cadáveres en domicilios sin que las llamadas al ECU911 solicitando retirarlos sean respondidas con la agilidad que tal situación amerita, incluso se reportan cuerpos abandonados en veredas y la demanda para turnos de cremación excede el cupo diario, aunque ya no es medida obligatoria.

La construcción de una fosa común que se anunció en días pasados fue descartada, disponiéndose que los cuerpos sean sepultados de manera individual. Por su parte, el Registro Civil está facilitando el trámite para registrar las defunciones, pero obtener el certificado médico en el que conste la causa de muerte puede demorar la evacuación de los cadáveres y debe resolverse, para evitar peligros mayores y no alargar la angustia que causa a familiares y vecinos no poder dar sepultura a los cuerpos. (O)