A Rafael Correa se le acumulan dos órdenes de detención. El 3 de julio de 2018, la justicia dictó una orden de detención preventiva en su contra. La acusación fue por un supuesto caso de plagio al exasambleísta Fernando Balda.

El jueves 8 de agosto de 2019, la jueza Daniella Camacho ordenó prisión preventiva para el expresidente y otra veintena de miembros de su partido que son investigados en el marco de un presunto caso de cohecho, asociación ilícita y tráfico de influencias del caso Sobornos 2012-2016 (antes Arroz Verde), en una trama de corrupción que lideró Correa por 10 años, desde 2007 hasta 2017.

Siguiendo las consignas del Foro de Sao Paulo, ahora mimetizados en el llamado Grupo de Puebla, los líderes mesiánicos que han seducido al pueblo y han logrado su objetivo a través del voto popular, una vez entronizados en el poder, hacen todo tipo de maniobras para perennizarse en el mismo. El control de todos los poderes, especialmente de la justicia, el amordazamiento de la prensa libre, la cooptación de los militares y policías que los corrompen y los emplean en la represión, y siguiendo los métodos que usó Hitler para someter al pueblo alemán, la de aplicar el “terror y la propaganda”, estas variadas estrategias las utilizan actualmente y con eficacia en Cuba, Venezuela y Nicaragua.

En Argentina –otra de las víctimas de la tragedia de ser un pueblo sometido al abuso y a la prepotencia–, además de lo señalado, la corrupción ha sido uno de los elementos de mayor escándalo. La pareja Néstor y Cristina Kirchner dejaron la impronta indeleble de atraco y saqueo; a pesar de la podredumbre del gobierno de Cristina, reflejado en lo que dijo uno de sus coidearios José Mujica: “La vieja es peor que el tuerto”, y aunque está procesada como jefa de la asociación ilícita que defraudó al Estado en 46 mil millones de dólares, con 4 pedidos de prisión preventiva, Cristina Kirchner volvió al poder como vicepresidenta.

En nuestro país, que no terminamos de restañar las tremendas heridas que nos dejaron los 10 años de abuso, prepotencia y corrupción del gobierno de Rafael Correa, estamos ad portas de nuevas elecciones presidenciales, han empezado las especulaciones y a barajarse nombres de los posibles aspirantes a ocupar el Palacio de Carondelet; uno de ellos es obviamente Rafael Correa, junto a los miembros de la llamada Revolución Ciudadana “de manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes” que, según él, deben volver para “salvar” al país.

Los juristas tienen la palabra; más de uno ha manifestado que, si no hay sentencia en firme hasta la fecha de inscripción de candidatos, Correa puede volver y ser candidato a cualquier dignidad pública, desde concejal hasta vicepresidente; a excepción del cargo de presidente de la República; pero también se ha dicho que, al momento en que Correa pise suelo ecuatoriano deberá ser apresado, ya que tiene dos pedidos de prisión preventiva por el caso del supuesto secuestro al político Fernando Balda y por el caso Sobornos.

Asimismo, no debemos olvidar lo que está señalado en el Reglamento para la Democracia Interna de las Organizaciones Políticas:

“Art. 9.- La organización política realizará la proclamación de las candidaturas, y la o el candidato deberá aceptar su nominación ante una delegada o delegado de la Coordinación Nacional Técnica de Participación Política del Consejo Nacional Electoral, en unidad de acto.

“La aceptación de la candidatura es un acto público, expreso, indelegable y personalísimo.

“La delegada o delegado de la Coordinación Nacional Técnica de Participación Política del Consejo Nacional Electoral emitirá un informe sobre la transparencia y legalidad del proceso electoral interno de conformidad con el artículo 94 de la Ley Orgánica Electoral y de Organizaciones Políticas de la República del Ecuador, Código de la Democracia, así como del cumplimiento del presente Reglamento. Dicho informe será tomado en consideración dentro del proceso de calificación de candidaturas”.

Los ecuatorianos estaremos a la expectativa de ver lo que pasa en nuestro atribulado país, el tiempo lo dirá. (O)

... se ha dicho que, al momento en que Correa pise suelo ecuatoriano deberá ser apresado, ya que tiene dos pedidos de prisión preventiva por el caso del supuesto secuestro al político Fernando Balda y por el caso Sobornos.