Se inicia el año con una nueva amenaza biológica: el nCoV nombrado Novel Coronavirus descubierto a fines de 2019. Los coronavirus pueden causar gripe simple y común, pero algunas de sus cepas provocan epidemias graves como fueron las de SARS y MERS. Anteanoche, el Ministerio de Salud, en un comunicado con algunas falencias, informó lo que suponemos es el primer caso sospechoso del nCoV2019 en un hombre de 49 años que arribó al país el 21 de este mes y que presentó síntomas sugestivos de enfermedad respiratoria grave con complicaciones renales a pocas horas de su arribo. Siendo este aún un caso no confirmado, la alerta no cambia en el país, pero esperamos que el cerco epidemiológico y las medidas de contención recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se hayan implementado en forma efectiva para evitar la propagación del virus. La OMS no ha declarado el estado de emergencia de salud pública internacional de importancia (Eespii), por lo tanto, el riesgo de contagio y epidémico por el momento es bajo en nuestra región. La alerta del caso sospechoso es una oportunidad para analizar qué tan preparados estamos en el país para enfrentar epidemias, así como cuánto hemos aprendido de las experiencias pasadas de enfermedades infecciosas. Lamentablemente, las respuestas a estas preguntas siguen siendo mal y casi nada, respectivamente.
Ecuador está actualmente padeciendo las infecciones respiratorias estacionales causadas por varias de las cepas del virus de la influenza. Los médicos nos angustiamos cada año más que el anterior por la negligente fecha de entrega de la vacuna que previene la enfermedad con mejor resultado que otras intervenciones médicas. Hemos tenido el disgusto de oír a personajes en altos lugares de influencia gubernamental justificar la demora de acceso a la vacuna. La preparación depende principalmente de una inmunización que se recomienda poner en septiembre para disminuir el contagio antes de la propagación de la infección. La vacuna trivalente fue entregada en poca cantidad en noviembre, para llegar recién la cuadrivalente en enero a ser distribuida en centros privados y continuando la trivalente en públicos. Esto fue tardío ya que la infección se encontraba prevalente en numerosos centros de educación y trabajo con casos aumentando a diario. De ello no tenemos información oficial, porque el MSP tiene un limitado registro y lenta actualización epidemiológica de la influenza. Al visitar la página correspondiente del ministerio se ve la última “actualización” epidemiológica del 30 de noviembre del año pasado con 25 casos en un informe que es casi copy/paste de los que sobre el virus se presentan desde hace años.
Un aprendizaje reconocido por décadas es la necesidad de que el MSP brinde gratuita y oportunamente información para la población general, así como educación médica continua, especialmente de enfermedades emergentes y epidémicas al personal de salud. Tristemente no lo hace, sigue siendo un caro prestador de salud que no tiene eficiencia en su funcionamiento ni para administrar, regular, controlar, educar mucho menos entregar atención universal adecuada. A falta de esto, los profesionales de salud afortunadamente podemos educarnos en fuentes que han abierto su acceso para el #nCoV2019 en Lancet, NEJM, el curso gratuito de la OMS en openwho.org, etc. Hay recursos en español en la OPS, Medlineplus y varios científicos generosos en redes sociales.
(O)