En la antigua Lacedemonia (Esparta) de la Grecia clásica alababan la destreza e inteligencia en el arte de robar y la pericia con que lo hacían estos “profesionales” del hurto; parece que la historia se repite o es constante en ciertas trapacerías. En nuestra patria hay gran cantidad de estos truhanes, políticos, por cierto, que han tomado al país como una buseta y a los ciudadanos como sus pasajeros que arriesgan embarcados sus celulares y guardamonedas. 

Estos facinerosos, que representan dizque al pueblo, han saqueado al país y huyen al paraíso americano, otros a la Cuba socialista, a Venezuela revolucionaria y ahora también a México izquierdista. En fin, están disfrutando “el turismo” muy cómodos hasta en hoteles de lujo, burlando la justicia nacional y sorprendiendo a países hermanos, aduciendo apelaciones amañadas y los confusos “derechos humanos”. Bien decía el sabio Descartes, “la multitud de las leyes suele ser una excusa para los vicios”. Cuándo terminarán estos cruceros de lujo, mientras en el Ecuador no tenemos ni para viajar a las bellas playas de Manta.(O)

Héctor Cisneros Arias,

doctor en Filosofía, Guayaquil