Ballenita, primer balneario santaelenense, en la actualidad padece de asentamientos irregulares o invasiones, aparte de servicios básicos insatisfechos. Pese a todo esto, por esfuerzo de ciertos emprendedores, el referido balneario cuenta con infraestructura turística de gran aceptación de los miles de visitantes que recibe anualmente. Para disfrutar de cualquier playa es necesario contar con vías públicas de acceso expeditas, teniendo en cuenta que en caso de emergencia, los turistas puedan evacuar rápidamente. De manera inverosímil, resulta que en el sector sur, ubicado contiguo al flamante y caro Mirador Turístico, algunas calles que deberían terminar en la playa están interrumpidas por construcciones privadas, violentando lo que dispone la Constitución de la República, que sostiene que dichas vías y bienes no pueden ser vendidos a personas particulares por ser de uso público.

El 24 de septiembre de 1960, siendo presidente del Consejo Cantonal de Santa Elena don Ángel Simón Yagual, vendió la manzana 7-A del sector sur al Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy, expresidente de la República del Ecuador, con los siguientes linderos: al norte, vía pública (terminación de la avenida 1) y playa; al sur, vía pública (avenida 2); al este, vía pública con quebrada o barranco (calle 7) y al oeste, vía pública (calle 8), con dimensión total de 2.288 metros cuadrados, según reza el Certificado del Registro de la Propiedad (Ficha 8452).

Finalizando la anterior administración municipal regentada por el licenciado Dionisio Gonzabay Salinas, entre gallos y medianoches, resolvió crear y vender en un solo acto el solar 6 de la manzana 7-A, con una dimensión de 1.003 metros cuadrados, sobreponiéndose en el lindero norte de la referida manzana, es decir, en la culminación de la avenida 1, la quebrada y la misma playa, contraviniendo la Ordenanza Municipal de Alquiler y Enajenación de Solares Municipales, que señala la creación de lotes con dimensiones hasta 250 metros cuadrados, disponiendo en primera instancia que estos solares deben ser arrendados y luego vendidos. Así mismo, se violenta lo establecido por el Cootad, manifestando que los solares municipales deben ir a subasta pública para recibir mejores precios, y lo más grave: se vende una calle pública. Pese a los reiterados reclamos del Colectivo Ballenita Protesta, el beneficiario de esta dudosa venta inició los trabajos de construcción de su obra, adquirida de manera cuestionada.

El 20 de febrero de 2019, mediante oficio No. MAE DPASE 2019 0356, un funcionario del Ministerio del Ambiente de Santa Elena paralizó estos trabajos señalando en su notificación que “se identificó la destrucción de cobertura vegetal en quebrada y berma de playa, afectando especies forestales…”. Lamentablemente el director provincial del MAE ahora indica que la paralización le corresponde al GAD Santa Elena.

El 17 de abril de 2019, la SNGR emitió el informe No. SNGR-IASR-05-0305 en el que concluye que “la construcción en los solares 5A y 5B y solar 6 impide el acceso a la playa”, entre otras irregularidades, que fueron notificadas a todas las instituciones de gobierno y de control en el cantón Santa Elena, pero nadie reacciona para enmendar esta dudosa venta de terreno en zona pública. Pese a ello, la construcción continúa. Los moradores se han organizado y realizado plantones para hacer efectiva su protesta. La actual administración municipal no toma cartas en el asunto. La Fiscalía, la Contraloría, la Defensoría del Pueblo deben actuar de oficio en este vergonzoso caso. (O)