En mi opinión me parece que es una merecida sanción no solo por aceptar sobornos, sino también por enviar con sus cómplices a mujeres embarazadas a otros países, haciéndolas pasar como futbolistas, y una serie de delitos que llevó a cabo junto a sus asistentes, cuyos nombres son de conocimiento público; mas, dichas sanciones tienen que ser para todos los involucrados, en mayor o menor medida; pues es una verdadera vergüenza para el país y el deporte en general.(O)

José Ernesto Ortoneda,

Bahía de Caráquez, Manabí

 

Las noticias en el Ecuador son iguales que en otros países, con los titulares y las informaciones, los reportes de la corrupción en el campo deportivo. Cuando se destapó la olla del escándalo de la FIFA, Federación Internacional del Fútbol Asociado, empezaron a salir nombres de muchas autoridades, ‘grandes’ personajes, directivos, técnicos..., de Europa y todo el mundo metidos en dimes y diretes de negociados; aparecieron papeles, contratos, cheques, firmas, etcétera; y muchos para no caer solos, abrieron la boca, denunciaron más cosas, nombres de más involucrados. El problema se hizo una bola muy grandota, muchos están de baja en los cargo, los metieron en cárceles, sino cumplen arrestos en las haciendas, domicilios confortables. Perdieron imagen, respeto. La justicia tiene que brillar siempre. Las nuevas generaciones tienen que ver estos temas, con objetivo de ser formadas con ética, principios, entre otros valores.(O)

Odalia Reyes B.,

Santa Elena, Guayas

 

Las leyes están para poner orden, dejar precedentes, evitar daños a un país y los habitantes, llevar adelante el desarrollo y la convivencia pacífica.

Las resoluciones tomadas por las autoridades de la ley, se supone que están enmarcadas en los principios de justicia y tienen todo el profesionalismo del caso para dar un veredicto final. Lo importante para el público es el razonamiento ante los sucesos de la corruptela en todos los sectores (deporte, política, farándula...) ver cómo en el mundo existen desenfrenos y se puede llegar a límites increíbles por dejarse llevar por las ansias del poder, la fama, las riquezas, el don de mando, las relaciones con otras supuestamente personalidades poderosas, influyentes; estar en los ‘círculos altos’, seguir amasando más y más puestos ‘jugosos’, teniendo controles, placeres. Todo tiene fin.(O)

Clara Reyna,

Guayaquil